Fridman marca su objetivo: que DIA compita con Mercadona
El magnate ruso, propietario del 70% de la cadena de supermercados DIA, admite "dos grandes errores" durante la compra de la empresa
Meses después de la opa por la cadena de supermercados DIA, el inversor ruso Mikhail Fridman, propietario del 70% del grupo, confía en poder competir de tú a tú con Mercadona, el líder que acapara la mayor cuota de mercado en España. Además, el magnate, que acumula una fortuna de aproximadamente 14.000 millones de euros, pone fecha para que su compañía inicie la senda de la recuperación.
«Confiamos en que en los próximos seis meses DIA muestre sus primeros síntomas», afirma Fridman en una entrevista publicada este jueves por El Mundo, en la que ha valorado la inversión -de 1.300 millones de euros- que rescató a la cadena. Una maniobra que a su juicio, básicamente consistió en «poner dinero bueno sobre el dinero malo».
Ese es el primer consejo que transmite un inversor con casi 40 años de recorrido desde que empezara su trayectoria en los años 70 en la Unión Soviética. «Hay que ser paciente en las inversiones», señala, para insistir en la defensa de su inyección de capital a través de su fondo Letterone. «Como accionista de referencia creemos firmemente en el futuro de DIA, sus gestores van a crear una compañía de éxito dentro y fuera de España».
En ese desarrollo internacional, señala «especialmente» a países como Brasil. Pero en el mercado doméstico, se muestra mucho más ambicioso. «En poco tiempo debemos competir con Mercadona», asegura el inversor.
«De otra manera no tendría sentido lo que estamos haciendo. Están progresando muy rápido», valora, sobre el líder indiscutible del mercado de la distribución en los últimos años. Y considera que el buen rendimiento que mostrará DIA lo hará «pese a las teorías de la conspiración contra mí».
El proceso judicial en el que se ha visto inmerso lastra el optimismo de Fridman. «Nunca en mi vida me habían acusado de delito alguno, he vivido situaciones como ir a declarar como investigado ante el juez, con el riesgo que ello conllevaba para mi empresa. Pero la realidad es que no tiene ningún sentido que se me acuse de querer hundir la acción de DIA», sostiene.
Y se cataloga como una «víctima de lo que pasó», al igual que «el resto de accionista». «Si lo hubiera hecho, me habría pegado un tiro en la pierna. He puesto mucho dinero, he corrido el riesgo y, sin embargo, he sufrido más que nadie», confiesa.
Los dos errores de Fridman en DIA
Fridman señala «dos grandes errores» en su inversión. «Confiar en exceso en la información pública» de DIA, algo que indica que «se ha demostrado que era falsa». Se refiere a la adquisición del 29% del paquete accionarial justo después de que la Justicia española imputase al exconsejero delegado, Ricardo Currás, por falsedad en las cuentas.
El segundo error que admite es similar al primero. Fridman admite cierta ingenuidad al considerar que su paquete sería «un poderoso argumento» para ser escuchado en el Consejo de Administración de la compañía, aunque este organismo «nunca fue receptivo con los consejeros que representaban a Letterone». Y apunta que estos fueron «apartados de las decisiones importantes».
«Es evidente que no teníamos la mayoría, pero se sintieron como extraños y me dijeron que les ocultaron información», explica. Un motivo suficiente por el que tuvieron que «retirar a nuestros consejeros», con el objetivo de «evitar que incurrieran en responsabilidades de una gestión que estaba llevando la compañía directa al infierno».