Juan Roig (Mercadona) carga contra el tope de los precios: «Es una ilusión»
El presidente y CEO de la distribuidora defiende que un tope en los precios implicaría una perdida de calidad en los productos y que la única forma de bajarlos es una disminución en origen
Juan Roig lo tiene claro: topar los precios es «una ilusión». El presidente y CEO de Mercadona ha cargado contra el límite de los precios de los alimentos propuesto por Unidas Podemos e impulsado en Francia, asegurando que se trata de una medida para bajar el IPC «imposible» de ejecutar: «Es como decir que el agua no moja».
Durante la presentación de los resultados de 2022, cuando la distribuidora ganó un 5,6% más tras disparar las ventas por la inflación, Roig ha defendido que un límite a los precios de la alimentación solo sería posible si sus proveedores dejan de subirlos. El primer ejecutivo de Mercadona considera que, desde el estallido de la guerra en Ucrania, es muy difícil dictaminar como evolucionan los precios de los alimentos, por lo que imponer un límite lastraría su negocio, dado que las materias primas seguirían creciendo en origen.
De no ser así, un tope conllevaría rebajas «artificiales» en las tarifas a base de disminuir la calidad de los productos o a través de la reduflación, es decir, vendiendo menos cantidad de un producto al mismo precio. «Esto funciona con oferta y la demanda, un tope sería hacer un brindis al sol», ha añadido.
Mercadona facturó 31.041 millones de euros en 2022, tras subir los precios de venta al público un 10%. Sin embargo, su presidente asegura que los precios a coste se han incrementado un 12%, por lo que no ha repercutido totalmente el impacto de los gastos al consumidor. Juan Roig ha reconocido que han subido los precios «una burrada», pero que de no haberlo hecho habría sido «insostenible» y «un desastre impresionante» en la cadena de montaje.
«Nos gusta fastidiar al de al lado y vender más barato»
El primer directivo de la mayor cadena de supermercados española ha hecho énfasis en que un incremento de precios nunca es una buena estrategia en su sector: «Si te pasas, el cliente se va a la competencia. Lo que más nos gusta es fastidiar al competidor de al lado y vender más barato«. De hecho, uno de sus principales objetivos para este 2023 es bajar el precio de la cesta de la compra «sin afectar la calidad y la sostenibilidad de los proveedores y la empresa» a través de del control de costes y una mejora en la productividad.
En este sentido, ha subrayado la puesta en marcha en 2022 de dos herramientas (DPP y MOT) relacionadas con el control de costes de cada proceso para mejorar la toma de decisiones y con el modelo operativo de las tiendas.
Durante su intervención, el consejero delegado de Mercadona ha expuesto los factores externos de la subida de precios de algunos de sus alimentos. Por ejemplo, la cadena compraba todo su aceite de girasol en Ucrania antes que estallara la guerra. Parce ser que ahora ha iniciado una tendencia bajista, pero con el desabastecimiento producido tras el estallido de la guerra, pasó de costar unos 1,60 euros el litro a 3,20.
Por otro lado, Roig ha explicado otros fenómenos, como el incremento de las exportaciones de alimentos fuera de España, que disminuyen la oferta de producto. Es el caso de la carne de cerdo, que se ha encarecido 90 céntimos porque se han disparado las ventas de cerdo a China. «O subimos los precios o no hay alimentos, no depende de una decisión personal nuestra, depende de la ley de la oferta y la demanda».
En plena polémica iniciada por el Gobierno por el crecimiento de beneficios de las grandes empresas, Mercadona ha anunciado que ganó 718 millones de euros, un 5,6% más que el año anterior. Sin embargo, el alza de los costes se ha llevado por delante 6 décimas del margen bruto de la compañía, que pasó del 26% en 2021 al 25,4% en 2022. Esta bajada del margen ha producido, según ha explicado Roig, que 5,7 millones de hogares se ahorren 375 millones de euros que la compañía no ha trasladado a la cesta de la compra.