Mercadona salva a los pescadores de Tarragona

La cadena de supermercados de Juan Roig firma un contrato indefinido con los pescadores de Tarragona, que viven una situación delicada desde hace dos años

Mercadona cuenta con una serie de tortitas de maíz perfectas para saciar el hambre.

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Mercadona y la Cofradía de Pescadores de Tarragona han sellado un acuerdo para que la cadena de supermercados se quede todo el pescado azul. Se trata de un contrato indefinido revisable cada año que entró en vigor el pasado lunes, primer día desde que se levantara el veto para pescar por la poca abundancia de las capturas, que ha asumido al sector en una situación delicada desde hace dos años.

La cadena de supermercados de Juan Roig asegurará el suministro directo y garantizará un precio fijo a los pescadores, una condición que los trabajadores agradecen porque elimina la incertidumbre sobre qué ganarán antes de salir al mar. Por ejemplo, se podrá llegar a pagar hasta a 3 euros el kilo siempre y cuando el pescado tenga un buen tamaño. 

Mercadona sustituye a Pescanova y acuerda un precio fijo con los pescadores

Desde la compañía aseguran que se trata de una apuesta continuista. El acuerdo, que sustituye al que tenía Pescanova desde 2007, sigue con una política apoyada en el sector primario, los productos frescos y la proximidad, algo que la cadena de supermercados está llevando a cabo desde 2013 en todos los puertos de España.

Mercadona, además, pagará por el alquiler de una nave de la cofradía y los servicios de manipulación –las puesta en cajas del pescado, el embalaje y el hielo, principalmente– que realizarán los propios pescadores. La firma valenciana tiene desde finales de 2016 más de 30 tiendas en las comarcas de Tarragona.

Un sector con problemas

El volumen de pesca “todavía está por debajo de lo esperado” y, de momento, el “pescado es inmaduro y de menos calidad», según reconocieron los pescadores de Tarragona esta semana en TV3.

¿Las causas? La presencia de atunes está espantando a los peces más grandes hacia otras zonas, por lo que ya se ha encargado una investigación de un estudio biológico con científicos del Institut del Mar. Los pescadores creen que hay «una plaga» porque los niveles de pescado azul que se han encontrado «no son lógicos» en una zona que históricamente siempre ha sido rica. 

Un estudio biológico analizará los motivos de los bajos niveles de pescado azul

Ya en 2016, la flota pesquera de la capital tarraconense, formada por 15 barcas –hasta hace poco los propios trabajadores reconocen que eran 40–, alertaron de que apenas capturaban pescado azul, concretamente sardina y boquerón. 

En ese momento se descartó que todo fuera consecuencia de la sobreexplotación porque, según reconocieron los pescadores, ya seguían a rajatabla la veda biológica de dos meses –el ministerio se comprometió a otorgar ayudas a los afectados durante dicho periodo– para permitir la regeneración natural de las especies. 

Cristian Reche

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