Mercadona cambia el proveedor de más de 500 productos en un año
La cadena de supermercados está inmersa en la renovación de productos de toda su gama en busca de "la mejor calidad al mejor precio"
Mercadona se dio cuenta en 2019 que trabajar con un único proveedor que le cubriera toda una gama de productos iba en detrimento de la calidad de los artículos que vendía. Un productor de pan podía ser malo en bollería. Y si la cadena quería seguir creciendo debía afrontarlo. Dijo adiós a los interproveedores y un año después su presidente, Juan Roig, fue incluso más claro: «Tenemos un problema con la calidad». En 2021 la empresa se puso manos a la obra y cambió el fabricante de 520 de sus artículos.
Según consta en la memoria de la compañía valenciana, a lo largo del año pasado se cambiaron 520 referencias en las estanterías de sus establecimientos. Con el movimiento, la firma cuenta ahora con más de 1.500 proveedores totalers. Una política muy distinta a la exhibida hasta hace dos años, cuando el abanico era mucho más reducido. Además, los fabricantes desarrollaron hasta 550 artículos nuevos para la organización.
«En Mercadona queremos que el cliente acierte cuando viene a comprar a nuestros supermercados”, aseguró Roig en la última presentación de resultados. Una suerte de mensaje a sus proveedores para insistir en que deben primar la calidad.
Para garantizarlo, la cadena suma hoy siete departamentos distintos de compras: mar, fruta y verdura; derivados del petróleo; procesados alimenticios; derivados lácteos; horno; carnes, huevos y charcutería; y fitoterapia. Son las siete direcciones generales –sumadas a otras dos destinadas a la prescripción– las encargadas de encontrar a nuevos proveedores que mejoren la calidad de los productos ya existentes.
Queda camino por recorrer, eso sí. «Aún nos queda mucho por hacer para que todos nuestros productos ofrezcan una calidad diez durante todos los días», admitió Roig. «Especialmente en la sección de frutas y verduras, la pescadería y el horno», añadió.
La búsqueda de la calidad es incluso más prioritaria que antes en un contexto de competencia extrema como es la distribución en España. Si la primera mitad del año pasado estuvo marcada por la guerra de precios entre cadenas, en el segundo semestre la protagonista fue la inflación y las constantes subidas de precios de la mayoría de artículos.
“La calidad debe estar presente en todo lo que somos y en todo lo que hacemos. Estamos todo el día hablando de calidad, calidad, calidad y más calidad, ya que cuando mejoramos la calidad de un producto, las ventas se disparan”, zanjó el dirigente el pasado mes de marzo.
Mercadona mejora frente a 2020
En la única rueda de prensa que hace al año, a Roig se le vio más satisfecho que en 2021. Entonces el directivo fue claro: “Mercadona tiene un problema de calidad”. Por ello, la compañía perdió medio punto de cuota de mercado en 2020. “Nos ha perjudicado la caída de turistas, la migración de las tiendas fuera del centro, pero la razón esencial fue que algunos de nuestros competidores lo están haciendo mejor que nosotros en temas de calidad”, admitió.
Incluso señaló áreas: “Hemos mejorado mucho la sección de carnes, pero tenemos que mejorar los frescos, los pescados y los productos de horno”. “Además, también tenemos problemas con algunos artículos de la marca Hacendado”, lamentó.
La mejora de la calidad no acompañó una subida del beneficio en una campaña marcada por la inflación. La cadena de supermercados valenciana sufrió la subida del coste de las materias primas, la electricidad y los combustibles que segó sus beneficios un 6%. La compañía pasó de unos beneficios de 727 millones de euros en 2020 a unas ganancias de 680 millones de euros en 2020.
La organización logró una subida del 3,3% de las ventas, que escalaron desde los 26.932 millones hasta el 27.819 millones. El crecimiento de los ingresos se produjo a pesar de que 2020 había sido un año extraordinario por el cierre de la hostelería, que disparó el consumo en la distribución.
Debido a la escalada de los costes, Mercadona decidió realizar una subida media de los precios del 2% en toda su gama de productos, explicó el dirigente a los medios de comunicación. La empresa también se hizo cargo de parte del encarecimiento y redujo sus márgenes un 0,4%, lo que redujo en 100 millones de euros sus ganancias.