Mena: “Tenemos a Yamaha acorralada”
El 'conseller' asegura al comité de empresa de la factoría de Palau-solità i Plegamans que la multinacional no se va de Catalunya
Los últimos acontecimientos no han cambiado la hoja de ruta de los directivos de Yamaha. Quieren trasladar la producción de Palau-solità i Plegamans a Saint-Quentin (Francia) antes de que termine 2011. Aunque para conseguir este objetivo tienen que lidiar con un gran obstáculo: el comité de empresa. En un primer momento no se valoró correctamente el poder de los trabajadores, que han acampado delante de la sede barcelonesa de Baker&McKenzie (B&M), han puesto contra las cuerdas varias veces al Govern y han llevado su protesta al Congreso.
Tras el giro estratégico que ha dado el nuevo director general, José Ángel Escribese, han hecho otra reclamación al departament de Empresa i Ocupació. Se quieren reunir de inmediato con el conseller, Francesc Xavier Mena, “para conocer el plan industrial que tiene la propia empresa o un tercero”, explica el presidente de la organización sindical, Óscar Rivera, a Economía Digital. Temen que los nuevos socios “no tengan ningún escrúpulo en llegar a Palau y presentar después de un tiempo prudencial un ERE que nos deje a todos en la calle”.
Por eso avisan de que se mantiene el pulso con la dirección de Yamaha. Y ahora se sienten más fuertes que nunca. La desvinculación de B&M en este caso es un tanto que se apuntan a su favor. Además, el conseller no ha sido nada benévolo con la empresa. Oficialmente se lava las manos en este asunto, ya que desde su entorno no se cansan de repetir que su papel se limita a intentar que ambas partes se sienten a negociar. Aunque no toma distancia cuando se reúne con los trabajadores. Los miembros del comité repiten la arenga que lanzó contra Yamaha. “Nos dijo que el departament tiene acorralada a la empresa y que no se podrá ir de Catalunya”.
A pesar del golpe de timón de Escribese mina la confianza que la plantilla tiene depositado en el político. “Parece ser que sus palabras distan mucho de la realidad”, sentencia el presidente del comité.
Recolocar al personal
Con todo, los sindicalistas no aceptarán ningún futuro que no pase por un plan empresarial que garantice el funcionamiento de la factoría vallesana y la recolocación por parte de Yamaha del personal que no quepa en ella. También exigen un plan social que les blinde ante posibles regulaciones en el futuro.
Todo lo que quede fuera de estas directrices, será contestado.