Meliá reabrirá el reformado hotel Juan Carlos I en enero tras una inversión de 40 millones
Los nuevos propietarios del complejo especializado en el turismo de negocios asumirá la financiación con el objetivo de convertirlo en "el mejor activo de Barcelona"
Meliá se prepara para reabrir el Palau de Congresos de Catalunya ubicado en Barcelona el 1 de octubre y el hotel Juan Carlos I en enero de 2024. Barcelona Projecte, la propietaria del complejo contralado por un grupo de fondos acreedores, invertirá 40 millones de euros en reformar los espacios con la vista puesta a reflotarlo, después de su cierre por la pandemia. La compañía, cuyo accionista mayoritario es el fondo de inversión británico Tyrus, anunció a principios de año un acuerdo para asignar la gestión del resort urbano a la cadena cotizada, que lo renombrará Miranda Pedralbes.
Representantes de Barcelona Project y de Meliá han presentado este martes el proyecto para refundar el hotel y el palacio, después que la semana pasada el juez desestimara la demanda de Fairmont para quedarse su explotación. Con las obras en marcha, la hotelera mallorquina reducirá de las 432 actuales hasta los 391 el número de habitaciones, ampliando el número de suits de 37 a 60. El hotel tendrá nueve tipos de habitaciones diferentes, que partirán de un precio medio de 300 euros la noche. Entre ellas, se incluye un ático dividido en tres plantas por la que se llegará a pagar 2.000 euros, además de 30 habitaciones de larga estancia dirigidas a profesionales que vengan a trabajar una temporada en Barcelona.
La inversión también contempla la recuperación de los históricos jardines modernistas y el adecentamiento de espacios de wellnes y de restauración. De hecho, Meliá tiene preparada una importante oferta gastronómica, con dos restaurantes, un bar de cocktails, un club en la azotea y dos pool bars.«Será un gran cambio y revolución. No solo para los clientes alojados, para todos los Barceloneses», ha valorado el Ramón Vidal, director general del complejo, que ha definido el resort como «un oasis urbano en medio de Barcelona».
La previsión de la Ibex es que el hotel alcance una ocupación del 65% en su primer año, mientras que espera llegar los 400 trabajadores. Tras los varios ERTES aprobados durante la pandemia, el hotel cuenta acutalmente con 285 empleados. Sobre el Palacio de Congresos, ya tienen eventos reservados para este otoño.
Un concurso de acreedores y en disputa con el operador
El hotel Juan Carlos I se nació en 1992, durante los Juegos Olímpicos de Barcelona. Con el estallido de la pandemia y su fuerte efecto en el turismo de negocios, la marca Fairmont, quien gestionaba el hotel, se vio obligada a bajar la persiana, acumulando una importante deuda de 180 millones de euros. Al final, Fairmont suspendió el acuerdo para presentar el servicio de hotel.
En paralelo, los antiguos propietarios de Barcelona Project presentaron un concurso voluntario de acreedores que convirtió el pasivo en acciones de la empresa para esquivar su liquidación, dejando Tyrus como accionista mayoritario y bajando la deuda hasta cerca de 20 millones.
Fairmont recurrió la resolución del concurso, pero el juez falló a favor de la propiedad. Dicha sentencia también está recurrida, pero Manuel Justo, representante de Tyrus, confía en poder seguir adelante con sus planes junto a Meliá. «Se produzco una asimetría. Este proyecto requería una capacidad de reacción que Fairmont no pudo demostrar», argumenta. La marca americana solamente tiene dos establecimientos en Europa, lo que dificultaba los contactos en un momento en que, para sacarle rédito al activo y dar respuesta a los trabajadores en ERTE, los propietarios necesitaban respuestas rápidas.
Tyson y Meliá ya habían trabajado con anterioridad y mantienen buenas relaciones, pudiendo alcanzar un acuerdo de gestión en cuestión de días. El fondo esperan recuperar la inversión en los próximos 18 años, mientras tengan la concesión para operarlo, que finaliza en 2040. Justo espera convertir el resort urbano en «el mejor activo de Barcelona», en un contexto en que el turismo de congresos empieza a levantar cabeza tras la pandemia.