Matutano se come la crisis con patatas

La compañía familiar dedicada a las semillas y el producto primerizo para la exportación esquiva los números rojos

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Matutano es una de las marcas con más arraigo en España. Tanto, que cuando Pepsico decidió retirar el logotipo de la cara sonriendo de sus productos tuvo que dar marcha atrás. El grupo familiar que dirige la sexta generación de los Matutano, Jordi y Lluís, vendió a la multinacional sus patatas fritas en 1971 para centrarse en la producción de semillas del tubérculo. A la vista de los resultados, la decisión fue sabia.

La compañía ha incrementado en volumen de negocio y esquiva de nuevo los números rojos. “Por el momento, nunca hemos cerrado ningún ejercicio con pérdidas”, asegura Jordi Matutano. No concreta ninguna cifra. “No facturamos lo mismo que en 2005, pero poco a poco crecemos”, señala.

Actividad

Su actividad es anticíclica. “Trabajamos con un producto de primera necesidad y, por desgracia, vendemos más cuánto mayor es la crisis”, relata el directivo. En el último año han producido 50.000 toneladas de semillas de patatas y producto primerizo.

Este último se dedica por completo a la exportación, un mercado cuya demanda es cada vez mayor debido a la situación política de los países del norte de África. “España, Italia y el sur de Francia venden más en zonas como Alemania, Holanda y Polonia”, añade.

La previsión para 2014, si la meteorología lo permite, es positiva. “Siempre pensamos en crecer”, sentencia Matutano.

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