Match ball para Restaura
La inmobiliaria encara la junta de acreedores de este lunes con optimismo moderado
El titular del Juzgado de lo Mercantil número 3 de Barcelona, José María Fernández Seijo, celebra este lunes por la mañana la junta de acreedores del grupo inmobiliario Restaura. La firma catalana se juega su continuidad, aunque llega con los deberes hechos. En medios próximos a la sociedad, la cita se plantea con optimismo moderado.
La compañía, representada por el abogado Leandro Martínez-Zurita, ha presentado un convenio en el que propone una quita del 80% y una carencia de cinco años para los créditos comunes o no privilegiados, cuyo montante alcanza los 110 millones de euros. Varios acreedores destacados han dado el visto bueno al plan, aunque hasta que no empiece la junta no se conocerá si Restaura evita la liquidación. “Como en casi todos los concursos”, señalan fuentes empresariales.
Homologación de la Sareb
La viabilidad del grupo inmobiliario depende en gran medida de la posición final del banco malo de España, la Sareb. Las negociaciones de los últimos meses han permitido que esté próximo a la homologación, indican interlocutores judiciales. Si la entidad pública da su visto bueno, permitiría que se archivaran buena parte de los concursos de las sociedades mercantiles que integran Restaura.
Con todo, la prudencia impera en el entorno del grupo inmobiliario. El plan de viabilidad cuenta con el visto bueno de la auditoria Deloitte y la administración concursal, que ejerce el letrado Jordi Gras de la firma Ernst & Young.
Restaura presentó el concurso voluntario de acreedores en octubre de 2011 con un agujero de 300 millones de euros.