MásMóvil vuelve a beneficios pese a la crisis del coronavirus
La compañía de telecomunicaciones ganó 1,49 millones, dejando atrás las pérdidas registradas durante el mismo periodo del año anterior
MásMóvil ha obtenido un beneficio neto en el primer semestre del año de 1,49 millones de euros, una cifra que contrasta con las pérdidas que registró de 34 millones de euros en el mismo periodo del 2019 como consecuencia de la compra del bono convertible del fondo estadounidense Providence.
En un contexto de crisis sanitaria en España por el coronavirus y en medio de tramitaciones de una opa, la compañía dirigida por Meinrad Spenger ha presentado sus resultados de este semestre, en el que ha ingresado 897,4 millones de euros, un 13% más que en el mismo periodo de 2019.
El operador nacional, el cuarto por tamaño en España, cerró el primer semestre del año con 634.000 altas netas sumadas en el periodo entre pospago móvil y banda ancha fija, de acuerdo a los datos que ha comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Los datos remitidos al regulador bursátil ponen de manifiesto que la compañía creció, aunque lo hizo a un menor ritmo. Sumó en medio año 153.000 líneas móviles (incorporó 199.000 hasta junio del pasado año) y otras 108.000 líneas de banda ancha (114.000 en el mismo periodo del año anterior).
MásMóvil también ha querido destacar la subida en un 59% de las líneas móviles de prepago durante el segundo trimestre del año. Ya cuenta con 2,9 millones de clientes de este tipo y el motivo del aumento en esta primera mitad de año se debe a la adquisición de Lycamobile.
Efectos del coronavirus
Y es que el coronavirus también ha afectado a la empresa de telecomunicaciones hasta la primera mitad de año. Sus efectos se han centrado sobre todo en el apartado de «otros ingresos», en el que se concentran principalmente la venta de terminales, un negocio que cada vez es menos importante para las operadoras pero que sigue siendo una fuente a tener en cuenta. Con las tiendas cerradas, el golpe fue notable, como ya notaron Orange y Telefónica en el primer trimestre del año.
Otro factor que perjudicó a la compañía dirigida por Spenger fue la limitación de las portabilidades que impuso el Gobierno. La compañía de telecomunicaciones no podía pescar clientes entre las firmas rivales porque el Ejecutivo no permitió durante parte del estado de alarma que los clientes de telecomunicaciones cambiaran de compañía conservando el número de teléfono.