Más de la mitad de los accionistas de Aguas de Sabadell venden a Agbar
La segunda OPA presentada por el grupo de Ángel Simón llega al 63% de aceptación
Aguas de Barcelona (Agbar) será el nuevo accionista de control de la Companyia d’Aigües de Sabadell (Cassa). A 24 horas de que termine el período de aceptación de la OPA lanzada el pasado diciembre, la compañía liderada por Ángel Simón ya tiene el 63% de la adhesión, afirman fuentes conocedoras del proceso.
Este porcentaje no cuenta con las acciones ordinarias en manos del Ayuntamiento de Sabadell, que controla el 4,07% del capital social del grupo. El consistorio, liderado por Juan Carlos Sánchez (PSC), manifestó a finales de junio que vendería los títulos de clase B. El otro 20% de la propiedad en el grupo de aguas son en acciones que no se pueden traspasar si no se cambia la naturaleza de la compañía, que es público-privada. Son las denominadas acciones de clase A.
Nombre y sede social
Agbar tenía garantizado el 22,86% del capital social al principio de la operación a raíz de un pacto firmado con varios accionistas institucionales. Suscribieron el contrato de compromiso, entre otros, la patronal Gremi de Fabricants de Sabadell (integrada en Foment del Treball), la Cambra de Comerç de Sabadell, Unim (ahora en BBVA) y Banc Sabadell.
Para que la OPA llegara a buen puerto –Agbar ya intentó tomar el control de la gestora local en 2011– Simón se comprometió a mantener el nombre de la compañía y la sede social en la cocapital del Vallès Occidental (Barcelona). Tampoco no se espera un cambio inmediato en la cúpula de Cassa, que continuará encabezada por Xavier Bigatà hasta, como mínimo, septiembre.
Venta de autocartera
El consejo de administración de Aguas de Sabadell acordó este jueves vender las 25.577 acciones propias. Comunicó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que conseguía una plusvalía de 126.917 euros y una entrada neta de tesorería de 1,6 millones de euros con la operación.
El único consejero que se ha opuesto a desprenderse de estos títulos es el vicepresidente segundo, Lluís Pascual. El propietario de Fiduciaria del Vallès (9,1% del capital social) rechazó públicamente la OPA e intentó paralizar el proceso en los tribunales de lo mercantil junto a dos otros consejeros rebeldes, Carlos Enrich y Maria Àngels Bosser, quienes no renovaron sus cargos en la última junta de accionistas. Los cuatro consejeros que habían suscrito el compromiso de venta se han abstenido en esta votación.