Más allá de Luca de Meo: las amenazas que se ciernen sobre Seat
El fabricante español encara un 2020 plagado de incertidumbres por las presiones regulatorias y los contratiempos en algunos mercados estratégicos
Mientras se encamina a cerrar un 2019 de récord, una amenaza rompió la paz en Seat. A finales de noviembre, la prensa francesa aseguraba que Renault pensaba en Luca De Meo, presidente de la automovilística española, como primer ejecutivo. Desde entonces, el rumor cogió fuerza y hoy en la compañía basada en Martorell (Barcelona) ya asumen la salida del dirigente italiano. Pero no es este el único nubarrón que se cierne sobre la firma.
Más allá de los futuros cambios en la cúpula de la empresa, Seat logró entregar 542.800 coches en los once primeros meses del año. El fabricante resiste a la tendencia negativa del mercado europeo gracias al lanzamiento de nuevos modelos a finales del año pasado, pero en el sector auguran que la sociedad se contagiará de los números rojos continentales.
Así, frente al incremento del 10,9% anual de 2019, los datos de 2020 se parecerán más a la caída del 0,8% que el global europeo registró entre enero y octubre. Peor es el dato español –el segundo mercado para Seat después de Alemania–, donde las matriculaciones hasta noviembre cayeron el 5,7% por culpa de la negativa de muchos particulares a adquirir un nuevo vehículo.
En 2021 entran en vigor los nuevos límites europeos de emisiones; en 2020 hay que adaptarse a ellos
Al clima continental se añade el temor del impacto del brexit, todavía imprevisible. Reino Unido es el tercer mercado de la filial de Volkswagen, con 65.100 turismos puestos en circulación hasta noviembre.
Además, 2021 es una fecha marcada en color rojo para todas las automovilísticas europeas. A partir de entonces, entrarán en vigor los nuevos límites de emisiones de la Unión Europea, objetivos exigentes que obligan a las marcas a acelerar su apuesta por la electrificación ante el miedo de sanciones millonarias
De superar el límite de 95 gramos de CO2 por kilómetro, la factura puede ascender a cientos de millones de euros. Y en 2020 hay que adaptarse. Por ello, Seat lanzó el Mii, un sencillo coche eléctrico que, como admitió Luca De Meo, sólo tiene sentido para rebajar la media en las emisiones durante el próximo curso.
«El año que viene cambia todo en el sector, y un Seat Mii nos sirve lo mismo que 94 vehículos que emitan 94 gramos de CO2», explicó. De aquí dos o tres años, Seat dejará de hacer el turismo: «En una gama tan baja no es donde hacemos negocio», comparó.
El Seat Tarraco se vende menos de lo esperado, pero De Meo cree tener la receta para solucionarlo
Según reveló el ejecutivo transalpino en una entrevista concedida a Automotive News, la compañía debe lograr que el 7% de sus ventas sean de cero emisiones con tal de adaptarse a las nuevas restricciones.
En la misma conversación, De Meo admitió que el último lanzamiento de Seat no salió como esperaba. En los primeros nueve meses del año, el fabricante sólo vendió 23.000 Seat Tarraco, cuando el objetivo anual es de 40.000 unidades. «No estoy totalmente satisfecho con las ventas del Tarraco», aceptó el italiano.
Eso sí, asegura tener la receta para dar la vuelta a la atonía. El año que viene sacarán una nueva versión híbrida del automóvil así como la gama FR, la variante más cara, con la que se espera cubrir hasta el 30% del total de las ventas.
Argelia y China, dos puntos de preocupación para Seat
La crisis política de Argelia también impacta en la producción de Seat. Las previsiones que estaban sobre la mesa podrían saltar por los aires, por lo que se está también a la expectativa de un mercado por el que la marca había apostado fuerte. De hecho, en 2018 la compañía española ensambló 22.000 coches en el país –previamente fabricados en su mayor parte en Martorell–.
Mientras, la marca tenía planes para volver a vender en China entre 2021 y 2022. Según La Tribuna de la Automoción, Volkswagen enterró las aspiraciones debido a la recesión de ventas. En lo que va 2019, el gigante asiático arrastra una caída de las matriculaciones del 9,1%, según la Asociación China de Fabricantes de Automóviles.
La atonía tiene visos de mantenerse, por lo que en los cuarteles generales del conglomerado alemán no verían claro el retorno; la prioridad se convertiría ahora en ayudar a las marcas que ya están en el país y, como Skoda, estarían perdiendo dinero en la actualidad.