Marina d’Or no podrá construir la urbanización que quería vender a los chinos
El Tribunal Supremo confirma una sentencia que anula el Plan Parcial de Cabanes donde iba el macroproyecto urbanístico
Marina d’Or solo podrá vender a los pretendidos inversores chinos o dubaitís solares, campos de oliveras y algarrobos al anular el Tribunal Supremo cualquier posibilidad de que se construya el macroproyecto Marina d’Or Golf sobre una superficie de 18 millones de metros cuadrados en los términos de Cabanes y Oropesa, en Castellón.
La consellera de Obras Públicas, Maria José Salvador, anunció esta tarde la sentencia del Supremo, indicando que ese proyecto ya es inviable y que el Consell va a cambiar el modelo urbanístico valenciano, de manera que todo debe empezar de cero.
Con su sentencia el Tribunal Supremo anula el recurso presentado por Construcciones Castellón 2000 (Marina D’ Or) y la Generalitat Valenciana contra la sentencia del TSJ valenciano que anulaba a su vez el Plan Parcial de Cabanes dónde iba a construirse el macroproyecto Marina d’Or Golf.
La empresa Marina D’ Or señala que solo son unos errores en los trámites que corresponden a la Generalitat. Y que por lo tanto mantiene su proyecto porque están recogidos en los planes generales de Cabanes y Oropesa.
Los bancos buscan dinero
La sentencia del supremo coincide con informaciones que fijan el interés de los bancos acreedores por vender una parte de la empresa a inversores extranjeros. Marina d’Or consta con una deuda a Hacienda de 46,3 millones , según el listado de la Agencia Tributaria.
Hasta el momentos los intentos liderados por el propio Jesús Ger, propietario de más del 90 % de las acciones de la sociedad, han fracasado. De los diferentes grupos de inversores interesados los que más avanzaron fueron el fondo dubaiti Al Habtoor Trading Entreprises y el grupo chino Wanda, aunque Marina nunca confirmó las negociaciones.
Banco Sabadell, Popular, La Caixa y la Sareb serían los bancos interesados por buscar comprador para el proyecto de Marina d’Or Golf, que la empresa ha llegado a valorar en 2.500 millones de €. Inicialmente la compra sería por un porcentaje de un tercio aproximado que se aportaría para capitalizar la sociedad y la entrada de nuevos consejeros.
De esta forma las entidades financieras intentarían recuperar las deudas, que al cierre de 2012 se contabilizaba en 641 millones. Otra parte de la deuda habría sido amortizada con cargo a apartamentos construidos en la fase de Marina que está en explotación al lado de la playa, con un millón de metros cuadrados de techo.
Con la sentencia del Supremo no se sabe cuál es la nueva situación de la empresa y, sobre todo, del proyecto Marina d’Or Golf, donde estaba previsto la construcción de hoteles, campos de golf, casinos y grandes instalaciones deportivas y de ocio. La empresa señala que sigue adelante con todo el proyecto.