Mapfre inicia las prejubilaciones en su plantilla con el 70% del sueldo
La aseguradora anunció en julio un plan de bajas incentivadas que afectará a 250 personas y para el que provisionó 75 millones de euros
El plan de bajas voluntarias anunciado por Mapfre a su plantilla el pasado mes de julio está en marcha. La aseguradora reveló que afectaría a unas 250 personas, pero la cifra final dependerá del número de adhesiones y si se cumplen los requisitos de edad y antigüedad pactados.
Según fuentes sindicales se ha cerrado un acuerdo de prejubilaciones para trabajadores de entre 57 y 63 años (ambos incluidos) que recibirán el 70% del salario anual, donde se incluye la retribución bruta y variable. Para el variable se tendrá en cuenta la media de los tres últimos años (2018-2020).
Asimismo, la empresa se hará cargo del coste del convenio especial con la Seguridad Social hasta la edad de jubilación y la aportación al plan de pensiones de Mapfre. La extinción de los contratos ya ha empezado y las últimas salidas se contemplan para final año, aunque se puede retrasar según el caso hasta diciembre de 2022 por razones organizativas.
Algunas de estas salidas se han producido en agosto, según estas fuentes, y el resto se harán de manera progresiva. Del plan han quedado excluidos los directores generales y subdirectores de la aseguradora.
El objetivo del plan, según lo anunciado por Mapfre, es rejuvenecer plantilla y adaptar los recursos a la nueva situación, entre ellos, el avance de la digitalización. “En general, en el sector seguros hay mucha antigüedad y en Mapfre en particular”, añaden estas fuentes.
De hecho, uno de los requisitos para poder acogerse a este plan de prejubilaciones es tener como mínimo acumulado 20 años de antigüedad en la empresa. Los sindicatos recuerdan que no es la primera vez que la aseguradora pone en marcha un plan de este tipo, y que normalmente suelen tener buena acogida.
Mapfre gastará 300.000 euros de media por cada salida
El director financiero de Mapfre, Fernando Mata, ya explicó en la presentación de resultados en julio que “ni es la primera vez que lo hacemos, ni la última”. Al respecto añadía que “sería osado decir que no vamos a repetir este plan”. Todos los años hay bajas incentivadas, aunque hasta la fecha nunca había sido por este importe.
La aseguradora que preside Antonio Huertas provisionó en sus últimas cuentas 75 millones de euros para este plan, en concreto 65,2 millones de euros en No Vida y 9,8 millones de euros en Vida. Lo que supone un gasto de 300.000 euros por cada baja. El plan ha ido dirigido únicamente a empleados de sus operaciones de seguro en España.
El sector financiero – donde se incluyen bancos y aseguradoras- han acelerado sus planes de reestructuración de plantilla ante el avance de la digitalización con motivo de la pandemia. En el caso de la banca, ha ido acompañado de cierres de oficinas.
Desde noviembre de 2020 y hasta ahora, el Banco Santander, Ban Sabadell, Caixabank y BBVA han negociado un despido colectivo o plan de bajas incentivadas. El Sabadell ha vuelto a hacerlo este mes de septiembre y Unicaja también ha anunciado un ERE recientemente.
En el sector asegurador también se han hecho ajustes aunque con cifras muy moderadas. Así, Catalana Occidente refleja en sus cuentas que entre enero y junio prescindió de 26 oficinas y 83 personas; Segurcaixa Adeslas no muestra estas cifras a cierre de junio, pero entre 2019 y 2020 también registra un descenso de 96 personas en plantilla; así como Santalucía que también tiene ahora 91 empleados menos que antes de la crisis del Covid-19.