La fusión de Orange y MásMóvil deja en el aire los acuerdos con Mapfre, DKV o Cetelem
Finanzas, seguros, energía... las telecos ahora venden de todo, y eso será algo que la futura compañía deberá aclarar con sus socios
La gran operación corporativa de este año en España ha sido el anuncio de fusión entre Orange y MásMóvil. Dos grandes compañías que ahora están a la espera de la resolución final de Bruselas para dar el ‘ok’. Pero esta unión deja abierta, en estos momentos, una gran incógnita: ¿qué pasará con todos los socios comerciales de los negocios paralelos? ¿Podrán seguir todos a la vez?, ¿o tendrán que elegir?
El último en unirse a este club ha sido Powen. La compañía especializada en el desarrollo de soluciones de autoconsumo ha iniciado un piloto comercial de venta e instalación de placas solares entre los clientes de Orange bajo la marca ‘Orange Energía con Powen’, dirigido en exclusiva a sus clientes residentes en viviendas unifamiliares.
Por el momento no choca directamente con los servicios energéticos del Grupo MásMóvil, que los desarrolla a través de la marca del grupo, y también Yoigo. Estos servicios llegaron tras la compra de la comercializadora independiente Lucera. Por lo tanto, ya tiene bastante experiencia en la gestión energética. Y el autoconsumo podría llegar pronto. Incluso, antes que la propia fusión.
Esta situación dejará una pregunta en el aire: ¿cómo se va a gestionar la relación con los socios de los servicios que Orange y MásMóvil comparten? Hasta ahora, cuando se han dado este tipo de concentraciones en el ámbito de la bancaseguros, donde se comparten socios, se ha terminado prescindiendo de alguien.
Y es que, desde hace años, los operadores de telecomunicaciones han decidido ampliar su gama de servicios para captar nuevos clientes o, al menos, no perder los que actualmente tienen. Uno de ellos, los seguros, ahora mismo tienen a varios socios en liza.
Orange tiene un acuerdo estratégico, incluso de ‘naming’ con Zurich. A través de este canal distribuye toda clase de seguros. En este mismo ámbito, el operador naranja también tiene una importante colaboración con Mapfre, en este caso relacionado con el ámbito de la salud.
Y precisamente en este segmento es donde el operador amarillo, a través de la marca MásMóvil y Yoigo, junto a DKV Seguros, ofrece servicios en el ámbito sanitario. Este es un claro ejemplo de la decisión que deberán tomar ambas compañías; sobre todo, porque en algunos aspectos tienen productos idénticos.
Las finanzas, otro servicio similar
El otro servicio que ahora está de moda entre los operadores de telefonía, las finanzas, también es algo que Orange y MásMóvil tienen en estos momentos por bandera.
En el caso de la compañía naranja, lo tiene integrado bajo su propia marca comercial, Orange Bank, que depende a su vez de la matriz francesa. Mientras que MásMóvil tiene todos los servicios financieros ejecutados a través de un acuerdo con BNP Paribas (conocido por su marca comercial Cetelem).
Por ejemplo, con MoneyGo (Yoigo) ofrece créditos al consumo, tarjetas y servicios financieros al estilo de los neobancos, un perfil que precisamente era el que quería ocupar Orange con su división financiera.
Ante esta situación, en un reciente encuentro con la prensa, el CEO de Orange España, Jean-François Fallacher, explicaba que todo eso se resolverá cuando llegue el momento. Así que todavía faltan pistas suficientes para saber quiénes serán los socios preferentes en materia de energía, seguros o banca.
Cómo avanza la fusión
La toma de decisiones desde Bruselas vendrá por partes. En primer lugar, deberán abordar el encaje de Orange y MásMóvil. Acto seguido tendrán que revisar, en ese momento ya sí, cómo queda el mercado español. Y la foto muestra unos datos muy claros: una concentración histórica.
Ante este panorama, ¿qué soluciones se puede adoptar en Bruselas para que todo tenga un encaje normativo? Y, lo más importante, ¿cómo van a maniobrar en la Comisión para que en último lugar no se produzca una subida de precios debido a la mejor competencia que habrá en España a partir de 2023?
Uno de los ejemplos más cercanos tiene que ver con la fusión de Orange y Jazztel, donde la compañía resultante tuvo que ceder una red independiente de fibra al hogar (FTTH) que abarcaba entre 700.000 y 800.000 unidades inmobiliarias y que era similar al tamaño de la red en ese momento de FTTH de Orange en España. Asimismo, también tuvo que dar acceso preferente a la red de cobre durante un periodo de ocho años.
Ahora, por la tipología de fusión, la cuestión puede centrarse no solo en activos, sino en la propia capacidad y gestión comercial (usuarios) y sus marcas. Esta sería una decisión muy extraña y que no se ha tomado hasta ahora en Europa, pero no quedaría más remedio ante la concentración que se provocaría.