Mapfre devalúa su filial turca en 400 millones por la caída de lira
Mapfre también afronta unas pérdidas de más de 13 millones por la elevada inflación en el país, que en julio rozó el 80%
La volatilidad de la lira turca y los elevados niveles de inflación en el país están pasando factura a las empresas asentadas allí. Entre ellas a la asegura Mapfre, que reconoce en sus cuentas como el ‘efecto moneda’ ha devaluado su filial en Turquía en casi 400 millones de euros en los primeros seis meses del año, una cifra que seguirá aumentando dada la situación.
Los indicadores económicos de Turquía muestran una evolución adversa durante los últimos años que se han reflejado en una continua depreciación de la divisa frente el euro, expresa la compañía que preside Antonio Huertas en su informe financiero.
Este hecho ha supuesto un impacto negativo acumulado en los fondos propios consolidados de Mapfre por importe de 396 millones de euros, debido a la pérdida de valor de la filial en este país por el efecto moneda.
En lo que va de año, la lira no ha parado de caer y cotiza cerca de mínimos históricos. Los analistas creen además que la moneda de Turquía está destinada a seguir depreciándose. El director financiero de Mapfre reconoció en la presentación de resultados que “está siendo un lastre tanto para los volúmenes de negocios como para los resultados” que también se han visto afectados por el entorno inflacionario.
La inflación en Turquía ha alcanzado su mayor nivel en 24 años, rozando el 80% el pasado mes de julio. A pesar de ello, Mapfre ha decidido no aplicar la contabilidad hiperinflacionaria de momento, aunque seguirán “monitoreando de cerca el desarrollo de la inflación durante la segunda mitad del año”.
Aplicar estos cambios contables o no, dependerá del golpe en sus cuentas, que de enero a junio ha sido de 13,6 millones de euros. “Durante los últimos trimestres se ha producido un aumento de la inflación en Turquía que podría llevar a la consideración de economía hiperinflacionaria y la aplicación de la norma contable NIC-UE 29”, explican.
Dicha norma no establece una tasa absoluta para considerar que, al sobrepasarla, se deba aplicar el estado de hiperinflación. Es, por el contrario, un problema de criterio juzgar cuándo se hace necesario reexpresar los estados financieros.
“Aunque distintos expertos se han posicionado considerando que las características actuales de la economía de Turquía la condicionan como hiperinflacionaria, ni el organismo regulador de seguros en Turquía, ni otros reguladores/ supervisores u organismos supranacionales se han pronunciado en este sentido”, añaden.
Las expectativas de inflación para fin del año 2022 de las autoridades de Turquía difieren de las publicadas por organismos y expertos internacionales. Lo que hace que la decisión sobre si adoptar o no este criterio sea difícil. Así que Mapfre, realizó un análisis de potenciales impactos de la implementación de la NIC-UE 29 en Turquía en sus estados financieros, considerando que los mismos serían en cualquier caso inmateriales para las cifras consolidadas en su conjunto.
Mapfre no ha aplicado cambios contables en Turquía
Y concluyó que, los principales efectos serían, un aumento en capital y reservas de 41,8 millones de euros debido principalmente a la revalorización de activos no monetarios desde el 1 de enero de 2004 (fecha de la última reexpresión). Y un impacto negativo en el resultado por importe de 13,6 millones de euros.
En este contexto, y dada la inmaterialidad de las cifras, Mapfre optó por la no aplicación de la NIC-UE 29 a su filial en Turquía como si hizo en su momento con Venezuela y Argentina. Ambos países se siguen considerando economías hiperinflacionarias y el impacto negativo en el resultado del periodo ha sido de 12,8 millones de euros.
BBVA, ING.… Otras empresas afectadas
Mapfre no ha sido la única empresa perjudicada por la situación de Turquía. BBVA ya ha aplicado la contabilidad por hiperinflación que todavía descarta la aseguradora para afrontar la situación, lo que le ha supuesto un golpe de 324 millones de euros en sus cuentas.
De esta manera, la aportación de este mercado al resultado del banco se ha reducido a solo un 2%, pasando de ser su segundo mayor resultado el año pasado al último este ejercicio.
También el holandés ING informó hace solo unos días de que sus ganancias se reducían un 20% en el segundo trimestre tras asestar un golpe de 277 millones de euros por la hiperinflación de Turquía. Y otras empresas extranjeras, financieras y de otros sectores, con operaciones en el país también se han visto afectadas. Entre ellas, Vodafone o Citigroup.