Manrique acepta que la banca cruja a intereses a Sacyr para seguir en Repsol
Treinta entidades suscriben un pacto liderado por el Santander para refinanciar 2.276 millones de euros con un coste el 20% mayor que el actual
El presidente de Sacyr, Manuel Manrique, ha desatascado el pacto con 30 bancos que le permitirá refinanciar 2.276 millones de euros. El importe se destinó a pagar la entrada de la constructora en el capital de Repsol, en 2006, cuando tomó un 20% de las acciones.
Para llevarse la rubrica de las entidades, el ejecutivo acepta casi un 5% de interés anual, precio por encima del coste medio al que piden dinero las grandes del Ibex. Aunque el ingeniero andaluz ha pasado por caja para cobrar los dividendos de la petrolera, esa parte de la deuda lastra los resultados anuales de Sacyr.
Fuera de tiempo
De hecho, el pacto se cierra con la totalidad de los acreedores financieros después de haber excedido en una semana el último vencimiento, previsto para el 31 de enero.
El Santander fue el único grupo que dio luz verde a la prórroga dentro del plazo, aunque ello suponía el aval sobre el 80% del préstamo sindicado. En las próximas horas, Sacyr comunicará el pacto alcanzado, que resuelve el 20% del aval restante.
Mayores costes
Las condiciones, a falta de acceder a la letra pequeña, suponen un carísimo balón de oxígeno. Pero Manrique seguirá en Repsol, en el capital y en sus órganos de gobierno.
Sacyr prorrogará tres años la devolución del principal sin que los bancos le obliguen a ejecutar ni ampliar parte de las garantías. Es decir, podrá retener el actual 9% de las acciones de la petrolera con los derechos políticos que ello conlleva. Los costes financieros, sin embargo, crecerán un 20%.
El nuevo crédito sindicado ligará parte del importe pendiente de devolver a la evolución de la cotización de Repsol. La banca incrementará en 100 puntos básicos los tipos de interés a partir de un determinado precio de la acción. Ese nivel aún no ha trascendido.
Fuentes conocedoras de la operación explican, sin embargo, que la revisión será anual y que garantizará un rendimiento mínimo para los prestamistas de euríbor más 450 puntos básicos.
Impacto en bolsa
Ello obligará a Sacyr a pagar 23 millones más al año. La cifra equivale a una cuarta parte del beneficio acumulado hasta septiembre (83,3 millones). El total para los tres años de refinanciación será de 69 millones adicionales a los intereses que se abonan desde 2006.
A este sobreprecio, habría que sumar el impacto que la incertidumbre de las negociaciones con la banca y la evolución negativa del negocio han generado en bolsa. Sacyr se ha dejado en los últimos 12 meses el 3,18% de su valor.
Los 2.276 millones que se han renovado suponen un 40% de la deuda neta del grupo. Durante los primeros nueve meses de 2014 –últimos datos conocidos— la cifra total ha crecido un 11% hasta los 5.680 millones (unos 6.300 brutos).
Los analistas consultados explican que ello se debe a que la división de concesiones estira más la manga que el brazo.
Financiación más barata
Mientras Manrique acepta estas condiciones, la mayor parte de las grandes empresas ha recuperado la costumbre de emitir bonos para financiarse más barato que a través de los bancos.
Aunque los plazos de amortización son mayores –una media de 10 años— se han visto operaciones recientes con tipos anuales muy por debajo del 5%. La emisión más barata de una empresa española la protagonizó Enagás la última semana de enero. Distribuyó 600 millones al 1,34%.