Mango solo tiene el 2% de las fábricas en España
La firma de moda concentra casi el 80% de sus centros productivos entre Asia y África a pesar del golpe del coronavirus
El coronavirus ha puesto de relieve la necesidad de contar con una red de proveedores de cercanía. En un mundo cada vez más interconectado, el primer cerrojo a la economía en China provocó la falta de stock a la industria de todo el planeta.
Si bien parece que el made in China generalizado es cosa del pasado, las empresas tienen todavía mucho camino por recorrer. En el campo de la moda, un ejemplo es el de Mango, que solo tiene el 2% de las fábricas en España mientras que suma un 30% de sus centros productivos en el gigante asiático.
La firma que preside Isak Andic hizo pública este miércoles la distribución de las diferentes plantas de sus proveedores. Y la presencia de compañías nacionales es prácticamente nula: solamente 17 fábricas distribuidas mayoritariamente entre Cataluña, Aragón y la Comunidad Valenciana. El resto, fuera de las fronteras nacionales.
Por un evidente motivo de costes, la mayoría de los proveedores de Mango se reparten entre Asia y África, pues aglutinan alrededor del 80% de las plantas que producen para el grupo catalán. Solamente Turquía (18,5%) cuenta con un peso relevante en el mapa de abastecedores de la organización.
Mientras, China concentra el 29,5% del total de los centros. Al porcentaje hay que sumarle el 8,7% de Vietnam; el 2,8% de Camboya; el 4% de Myanmar; el 7,4% de Bangladesh; el 9,3% de India y el 4,8% de Pakistán. Marruecos completa la ecuación con el 8,2% del total de las fábricas.
Desde 2018, Mango apuesta por Turquía y Marruecos
Aunque el futuro de la producción no pasa por España, Mango sí trabaja para acercar la elaboración de sus prendas a sus oficinas centrales. Desde 2018, la textil incrementa la fabricación en países como Turquía y Marruecos.
Ahora, el grupo aspira a acelerar el procedimiento después de que la pandemia les hiciera constatar la necesidad de «incrementar la flexibilidad y asentarse en territorios más cercanos».
Ya en febrero, un portavoz de la empresa explicaba a Economía Digital los contratiempos que la Covid-19 iba a suponer para la operativa. »Por un lado, estudiamos la posibilidad de enviar mercancía fabricada en China por transporte aéreo en lugar de en barco para recuperar los potenciales retrasos de producción y, por el otro, analizamos otros posibles orígenes de producción que no estén afectados por el coronavirus para algunos modelos de la colección».