Mango refinancia dos créditos anti-Covid por 240 millones avalados por el ICO
La firma de moda alarga el vencimiento del préstamo de 2023 a 2026 gracias al Real Decreto impulsado por el Gobierno en otoño
Apenas un año después de sentarse con la banca, Mango volvió a llamar a la puerta de las entidades financieras. En plena pandemia, la compañía pidió 240 millones de euros en dos préstamos avalados por el Estado para reforzar su tesorería por el cierre de tiendas decretado con el estado de alarma. Ahora, la empresa llega a un nuevo acuerdo para alargar los plazos. Los vencimientos saltaron desde 2023 a 2026.
Fuentes de la compañía explican a Economía Digital que la decisión de refinanciar los créditos se tomó para mantener un colchón de liquidez ante las necesidades que pudieran aparecer en los próximos años. Las mismas voces sostienen que, por el momento, los 240 millones de euros solicitados no fueron utilizados debido a la mejora del negocio.
La empresa que dirige Toni Ruiz se sentó tanto con las cinco entidades –Banco Santander, BBVA, Caixabank, Banc Sabadell e Ibercaja— con las que firmó un préstamo sindicado de 200 millones como con Crédit Agricole, que añadió otros 40 millones. En ambos casos, el Instituto de Crédito Oficial (ICO) avaló el 80% del riesgo.
Mango aplazó los vencimientos de 2023 a 2026, tal y como permite el Real Decreto Ley impulsado por el Gobierno el pasado otoño. Además de relajar el periodo de pagos, el texto extiende el periodo de carencia de 12 a 24 meses.
Mango perdió 110 millones de euros en 2020 por el cierre de tiendas
«Gracias al acuerdo, Mango se garantiza una financiación estable a largo plazo y sin tener que aportar garantías adicionales», celebró Ruiz en el momento de la firma. Al cierre de la campaña 2020, la textil contaba con una deuda neta de 156 millones de euros. Al no haber sido utilizados, los préstamos anti-Covid no elevaban el apalancamiento.
La textil fundada por Isak Andic incrementaba así su liquidez pocas semanas después de verse obligada a presentar un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) para 4.767 por el cierre decretado con el estado de alarma. A pesar de reducido los gastos operativos en 230 millones por el ahorro salarial y la renegociación del alquiler de las tiendas, la compañía perdió 110 millones en la campaña 2020.
Mango ya dejó atrás un programa de pagarés
En los últimos años, Mango se convirtió en una firma experta en desestimar instrumentos de deuda con los que contaba. Hasta ahora no recurrió al crédito avalado por el ICO. Y lo mismo hizo con el programa de pagarés emitido en 2019 por valor de 200 millones en el Mercado Alternativo de Renta Fija (MARF). Entonces fue el préstamo garantizado con dinero público lo que provocó que no se utilizase.
La intención de empresa catalana jamás fue alcanzar los 200 millones, pero el nuevo crédito provocó que el programa terminase con solo 10 millones de euros en manos de los inversores. Los títulos tenían un vencimiento de 24 meses y un valor unitario de 100.000 euros. El plan caducó el pasado mes de noviembre.
Mango se puede permitir ahora como endeudarse, pero no siempre fue así. De hecho, cuenta con margen de maniobra desde que en 2018 firmó la última gran refinanciación de su deuda. Hace tres años, el pasivo alcanzaba los 500 millones de euros y vencía entre 2019 y 2020. El pacto alcanzado con Banco Santander, BBVA, Caixabank, Banc Sabadell, Ibercaja y Erste Bank permitió extender los pagos hasta 2023.
La pandemia recortó las ventas de Mango en más de 500 millones
A pesar del crecimiento de la venta online, Mango sufrió como todo el retail el impacto del cierre de tiendas por la pandemia. Además de unos números rojos de 110 millones, la organización se dejó 532 millones de euros en ventas. La facturación pasó de los 2.374 millones de euros a los 1.842 millones (-22%).
El dato llegó atenuado por el crecimiento del negocio digital, que ascendió hasta los 766 millones de euros y ya representa prácticamente el 40% de las ventas totales de la firma.
Sin embargo, la actividad por internet todavía es insuficiente para compensar a las tiendas físicas. Según los cálculos de la firma, las tiendas estuvieron cerradas de media alrededor 70 días durante todo 2020. Y en muchas regiones solo volvieron a abrir con fuertes restricciones que le impidieron recuperar los niveles habituales.