Madrid se ceba con el boicot a Freixenet

La estrategia de José Luis Bonet para posicionarse abiertamente contra el independentismo no evita la sangría en Navidades, con una caída del 14% en toda España

Imagen de la sede de Freixenet en Sant Sadurní d’Anoia.

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El boicot a Freixenet durante la campaña de Navidad segó el repunte de ventas acumulados lo largo de 2017. Si en octubre el líder del cava crecía al ritmo del 2,5%, la temporada alta se cerró con una caída del 14% en el negocio español, donde la subida rondaba el 7%. El recorte más sangrante se produjo en Madrid, con un descalabro de alrededor del 20%.

Fuentes del sector de la distribución explican a Economía Digital que el descenso se mitigó con el crecimiento de las ventas internacionales, que representan más del 80% del total. No obstante, tuvo que soportar campañas de boicot también en Cataluña, donde el descenso osciló sobre el 6%.

Un portavoz de la empresa matizó que las cifras oficiales todavía no están cerradas a la espera de comprobar las devoluciones de algunos pedidos no vendidos, por lo que declinó realizar más comentarios. Así, la caída final podría ser mayor al 14% final.

El fracaso de José Luis Bonet 

Si bien la rebaja es compartida en todo el sector, evidencia el fracaso de la estrategia de José Luis Bonet, copresidente de la empresa, abiertamente contrario al independentismo y afín al Partido Popular, partido al que llegó a prestar las instalaciones de Freixenet en Sant Sadurní d’Anoia para actos de la campaña de las elecciones autonómicas catalanas del pasado 21 de diciembre.

En otoño, el ejecutivo ya vislumbró “reacciones” contra el consumo. En cambio, otras voces del grupo lamentaban los movimientos «políticos» del dirigente.

 

 

Carles Huguet

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