Los ‘supers’ sin embalajes conquistan a los consumidores ecologistas
Una tienda sin bolsas, latas ni cartón triunfa entre la comunidad concienciada de la necesidad de disminuir los residuos
En el país más productor de basura y residuos del mundo, Estados Unidos, un nuevo modelo de supermercado comienza a triunfar entre los consumidores sensibles a la ingente cantidad de desechos arrojados de forma cotidiana. Cada producto de supermercado contiene un embalaje que se suele usar sólo una vez y que termina en vertederos, rellenos sanitarios o en los océanos donde crecen las islas de plástico. Estados Unidos produce 400 millones de kilos de basura al día.
La tienda In.gredients, en Austin, Texas, ha sido pionera en la creación de un nuevo modelo de negocio que exige a los clientes llevar de casa los recipientes para guardar los productos alimentarios que son exhibidos sin ningún embalaje y que fueron comprados en campos próximos a la ciudad.
Productos de proximidad
La tienda ha concebido un esquema completamente al opuesto por las grandes cadenas de alimentación. Los compradores están acostumbrados a cargar con sus recipientes, generalmente de vidrio donde guardan arroz, hortalizas, cereales, huevos, o frutos secos. El esquema reduce al máximo la producción de residuos al tiempo que incentiva a los compradores a aportar donativos a organizaciones y productores locales que comulgan con el nuevo modelo.
«Parte del éxito es que sólo vendemos fruta y verdura de temporada porque queremos garantizar el mayor número de productos naturales», explican los promotores del negocio que fue galardonado en 2012 como la mejor iniciativa de emprendimiento local en Austin.
Cero residuos en Berlín
El esquema ha sido reproducido por dos jóvenes emprendedoras de Berlín que lanzaron el año pasado Original Unverpackt, la primera tienda europea libre de envoltorios. La iniciativa de Sara Wolf y Milena Glimbovski ha cautivado a la población más sensible con la generación de basura.
Las emprendedoras decidieron levantar el negocio con aportaciones de particulares bajo un esquema de crowfunding. Querían recolectar unos 40.000 euros pero terminaron reuniendo 100.000 euros. «Colocamos los productos en recipientes completamente higiénicos y cada consumidor se sirve lo que necesita Así también se disminuye el desperdicio de alimentos», explican las propietarias del local que dispone de dispensadores transparentes similares a los utilizados por los hoteles en los buffets libres.
La pareja de comerciantes, alarmada por el creciente número de vertederos y de incineradoras de basura, no pretende competir con las grandes superficies contaminantes. Tan sólo quieren demostrar que otro modelo de comercio más sostenible es viable y rentable.