Los supermercados intensificarán el ajuste de costes ante la persistencia de la inflación

Las principales distribuidoras se esfuerzan en mantener sus márgenes sin dejar de ser competitivos

Un hombre y un niño ante la nevera de verduras de un supermercado. Imagen: twenty20photos

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Encontrar el balance entre una subida de los costes y un precio final que no haga al comprador mirar hacia otro lado. Este lleva siendo el reto de las empresas del gran consumo desde que la inflación se trasladó a la cesta de la compra. Ante la perspectiva de una subida de precios persistente en los próximos meses, las grandes cadenas de supermercados intensificarán el ajuste de sus costes, mientras hacen maniobras para que no afecte a sus márgenes de beneficio.

Un informe de la agencia Bloomberg, recuerda como los supermercados funcionaban tradicionalmente como cobertura ante la subida de precios, pero ahora la industria es más madura, con una menor cuota de mercado que ganar. Ante esto, sumado al aumento de la prudencia de los consumidores españoles a la hora de gastar en contextos inflacionistas, las grandes distribuidoras se encuentran en medio de programas de reducción de costos para mejorar su posicionamiento competitivo, a pesar de los constantes aumentos de precios de combustible, que podrían reconstruir los gastos operativos.

En el caso de Dia, donde los sobrecostes por el precio de la energía y el gasoil escalaron hasta los 40,9 millones de euros en los primeros seis meses del año, según apuntan en su informe de resultados semestral. Para hacerles frente, el grupo presidido por Stephan DuCharme cerró a principios de año una serie de acuerdos para blindar su consumo energético. Por ejemplo, en marzo superaron la compra del 92,5% de la energía a utilizar este 2022, para que solo un 7,5% de su consumo anual quedara expuesto a la volatilidad de los precios del mercado. Gracias a esto y a una constante negociación con sus proveedores, consiguieron mantener sus márgenes sobre el 1,5%, a niveles similares que en 2021.

Bloomberg apunta al progreso del nuevo modelo de tienda de proximidad del grupo como la clave para conseguir tener márgenes más sólidos. Los expertos creen que es demasiado temprano para evaluar si la transformación será exitosa, pero añaden que la apuesta para potenciar su marca blanca puede ser favorable en un mercado ibérico que es tan inflacionario como competitivo y donde se suelen buscar las mayores ofertas.

Por otro lado, Carrefour pone sus esfuerzos en intentar incrementar sus ingresos al mismo ritmo que la inflación. La agencia apunta a que la compañía seguirá centrada en generar altos volúmenes y en ganar cuota de mercado mientras recorta los costes con el objetivo, justamente, de mantener sus márgenes constantes. Su amplio flujo de caja les sirve de antídoto para mantener la rentabilidad a expensas del posicionamiento de la marca a largo plazo.

Según informan los directivos de la distribuidora francesa en una reciente conferencia de analistas, durante estos meses fueron “extremadamente estratégicos en su política de precios” gracias a su variedad de marcas propias y a su política de promociones. De hecho, defienden que su crecimiento más reciente en España, donde cuentan con el 9% de la cuota de mercado, solo por detrás de Mercadona, fue fruto del “buen posicionamiento de precios altamente competitivos en los hipermercados” que le proporcionan “buenos resultados”.

Lidl y Aldi tienen estructuras de costes más bajas

De una manera similar, los analistas de Bloomberg apuntan a una mayor capacidad del control de precios de las tiendas que apuestan por los descuentos y por sus marcas del distribuidor, normalmente más baratas, como por ejemplo Aldi y Lidl. Las cadenas alemanas están ganando cuota de mercado, lo que podría reducir los márgenes de los competidores más establecidos.

Ambas empresas tienen un mayor volumen de ventas y selección de productos de sus marcas blancas, lo que les permite ejercer un mayor control sobre los precios de venta final. Eso se ve favorecido por el hecho que disfrutan de estructuras de costos más bajas, según la agencia.

Aun así, estos establecimientos no llegan al nivel de Mercadona, que disfruta de un amplio 25% de la cuota de mercado de España. La cadena de presidida por Juan Roig no ha publicado datos recientemente, pero ya apuntaban a un endurecimiento de los costes a principios de año. En 2021 la empresa decidió no trasladar a sus clientes la totalidad de esas subidas, los que generó un impacto negativo de 100 millones de euros en sus márgenes operativos, reduciendo su beneficio neto en un 6%.

Por último, los analistas de Bloomberg dan un vuelco y apuntan, también, a un aumento de las ratios de aplacamiento. Así lo ejemplifican con el grupo ELO, antes Auchan y dueños de Alcampo. Defienden que la inflación impulsará sus ingresos, pero reducirá sus márgenes, afectando a la relación entre la deuda y los fondos propios.

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