Los Sumarroca sólo ganan dinero con el cava
Bodegues Sumarroca cierra el sexto año consecutivo con beneficios, pero destina todo el resultado a cubrir las pérdidas de los años del boicot
La crisis de la construcción, sobre todo de la obra pública, impactó directamente en la línea de flotación de los negocios de la familia Sumarroca. A dicha crisis se sumó la refundación a la que se vio obligada Teyco, tras verse mezclada con el caos 3%, de presunta corrupción alrededor de Convergència. Pero no todo son malas noticias. Alguna de las empresas de la familia todavía gana dinero, aunque sea una de las más modestas.
Al contrario que los negocios de la construcción, la familia sí que gana dinero con el cava. Su empresa vitivinícola, Bodegues Sumarroca, cerró 2015 con beneficios y con los ingresos estables. Eso sí, perdió rentabilidad, ganó menos y siguió con un endeudamiento alto.
Según la información del Registro Mercantil a la que ha tenido acceso Economía Digital, Bodegues Sumarroca SL cerró 2015 con unas ventas de 5,46 millones de euros, un 1,2% menos que los 5,52 millones facturados en 2014. Estas cifras quedan muy lejos de las de los dos grandes del sector, Freixenet y Codorníu, pero cercanas a las de Jaume Serra, tercero en el podio de ventas de cava en España.
Sin dividendo
Con este volumen de negocio, las bodegas consiguieron beneficios, aunque bastante moderados, y peores que los de 2014. Concretamente, ganaron 73.425 euros, un 35% menos que los 112.000 euros ganados el año anterior. Por lo tanto, la alegría fue poca. Este descenso del resultado se explica en parte por el ligero descenso de los ingresos, junto con un pequeño incremento de los gastos de personal y la falta de extraordinarios.
Además, los Sumarroca no podrán disfrutar de estos beneficios, ya que las bodegas no repartieron dividendos. Aparte del 10% que debe dedicarse a reserva legal, el resto sirvió para compensar pérdidas de ejercicios precedentes, algo que ya ha hecho en los últimos años.
Bodegues Sumarroca lleva ganando dinero desde 2010, pero en este tiempo la familia no ha logrado ver ni un solo euro en dividendos, ya que todo el beneficio de estos seis años se ha destinado a compensar las pérdidas de la década pasada, durante la que el sector sufrió por el boicot al cava.
Deuda de 128 veces los beneficios
Como el resto de empresas de la familia, el endeudamiento es uno de los problemas de las cavas que dirige Albert Sumarroca. De hecho, está lastrando los resultados de la compañía, que en 2015 tuvo que asumir unos gastos financieros de más de 450.000 euros para pagar intereses de la deuda y reducir el pasivo financiero en más de un millón de euros.
Pese a esta reducción, a 31 de diciembre tenía un pasivo financiero de unos 9,4 millones de euros, de los que 5,5 millones eran a largo plazo y 3,9 millones a corto plazo. Es una cifra alta, de 1,7 veces su facturación anual y 128 veces los beneficios, como muestra también la poca confianza que inspiran las cavas para los analistas.
Rating bajo
Como explicó Economía Digital, la agencia Informa D&B, que la banca usa como indicador a la hora de dar crédito, rebajó el rating de solvencia comercial de las bodegas de los Sumarroca. De los hasta veinte puntos que otorga dicha agencia, la dejó en siete, lo que delata un riesgo comercial medio alto.
El informe, publicado en julio, era muy duro con la realidad económica de la compañía y calificaba su situación financiera de «muy desfavorable», por un volumen de deudas a largo plazo «por encima del sector al que pertenece». Por ello, su riesgo comercial es más alto que la media del sector.
El holding de los Sumarroca, que se teje a partir de la patrimonial Barsedana Inversions, ha tenido que hacer desinversiones, como la venta de Constraula, para lograr refinanciar su deuda. Como avanzó este medio, ha puesto a la venta un palacete del siglo XVIII, Heretat Sabartés, para seguir con las ventas y cumplir con sus compromisos con los bancos.