Los Sumarroca reducen capital de su constructora para limpiar pérdidas
Top, Proyectos y Contratas reduce en 17,7 millones su capital social para equipararlo con su patrimonio neto y dejar de estar en causa de disolución
Top, Proyectos y Contratas, la constructora propiedad de la familia Sumarroca, se encuentra en una situación delicada. La caída de la actividad y las reiteradas pérdidas la dejaron al borde del abismo. Como informó Economía Digital, cerró 2015 en causa de disolución, como recogía también la auditoría. Ahora, la compañía ha resuelto esta situación con una reducción de capital.
Por los pelos, pero la constructora cerró 2016 con equilibrio patrimonial. A pesar de que todavía es pronto para conocer las cuentas del último año, la antigua Teyco registró el 30 de diciembre pasado una reducción de capital de 17,7 millones de euros en el Registro Mercantil, según la información aparecida en los registros.
Tras esta reducción, el capital social de Top, Proyectos y Contratas quedó en 11,8 millones de euros, con lo que se equiparó con el patrimonio neto de la constructora. El resultado de la operación fue que, legalmente, la constructora abandonó la situación de causa de disolución, que la dejaba al borde del concurso de acreedores.
Vuelta al equilibrio
La compañía de los Sumarroca cerró 2015 con un patrimonio neto y unos fondos propios de 11,17 millones de euros, mientras el capital era de 29,5 millones. Como advertía la auditoría de Deloitte, estas cifras la situaban en causa de disolución: esta situación patrimonial se produce cuando los fondos propios son menos de la mitad del capital, y supone que si un acreedor insta el concurso, la compañía pasa a situación concursal.
Hay varias formas de resolver esta situación. Una sería incrementar el patrimonio neto, pero la compañía necesitaría ganar dinero y destinar los beneficios a fondos propios. Otra es una reducción de capital: es más sencillo, pero reduce el valor de la empresa.
Pérdidas variables
Top, Proyectos y Contratas terminó 2015 con una facturación de 44,6 millones, un 11,8% menos que en 2014. Pese a esta caída, logró reducir las pérdidas de 11,6 millones a 357.000 euros. No obstante, en la auditoría, Deloitte elevaba los números rojos a 9,4 millones, por una operación que obvió en la cuenta de pérdidas y ganancias.
La constructora de los Sumarroca sacó nueve millones de euros de reservas para compensar las pérdidas de valor de participadas y créditos. Deloitte señaló que estas regularizaciones deberían haber sido imputadas a la cuenta de pérdidas y ganancias, incrementando los números rojos en nueve millones.
Los escándalos de presunta corrupción que salpicaron a Teyco y la familia Sumarroca, en relación con los casos Pujol y 3%, redujeron drásticamente la actividad de la constructora. Para adaptarse a esta realidad, e intentar distanciarse de dichos escándalos, a principios de 2016 cambió el nombre de la constructora, dejó su sede en la zona alta de Barcelona y apartó a Jordi Sumarroca de la dirección, aunque sigue constando en el registro como presidente.