Los sindicatos de Comsa Emte reclaman transparencia en la gestión de personal del grupo
Denuncian la desinformación de la compañía tras los problemas en cobrar el variable anual
Los trabajadores de Comsa Emte se han encontrado con una sorpresa en la nómina de marzo. La misma semana en la que se tenía que cobrar, empezaron a circular rumores en el grupo liderado por las familias Miarnau y Sumarroca de que no se pagarían los variables anuales. Los empleados contactaron con el comité de empresa y, tras la consulta de los sindicalistas, la cúpula les transmitió que algunas de las variables no se pagarían “por un criterio de prudencia económica”, según informan fuentes de la representación de los trabajadores a Economía Digital.
Esta reacción ha colmado la paciencia de los sindicatos de la compañía. Exigen a la dirección de Comsa Emte más transparencia en la gestión de personal. “No puede ser que tomen la decisión a pocos días de que se termine el mes”, se queja uno de los trabajadores del grupo que prefiere permanecer en el anonimato. Desde el comité de empresa aseguran que el aplazamiento se realizó “sin ninguna comunicación por escrito al personal”. Además, insisten en que sólo se les informó de la nueva política de retribuciones tras su petición de información.
Opacidad
Los sindicalistas del grupo también denuncian opacidad de la cúpula a la hora de decidir “las personas que cobran el variable” y qué parte de la retribución se ha aplazado. “Sabemos que algunos trabajadores sí que lo han cobrado y otros de forma parcial, pero nadie nos ha facilitado ningún dato sobre los afectados ni los criterios que han seguido para tomar la decisión”, afirman los mismos interlocutores.
La compañía acuerda la compensación económica de objetivos anuales con cada trabajador de forma individual, por lo que hay una gran indefinición sobre estas retribucones. Los sindicalistas aseguran que, de forma genérica, suelen equivaler casi a una paga extraordinaria y reconocen que se trata de una mejora económica por encima del convenio sectorial.
Perspectivas del grupo
El conflicto con los trabajadores surge en un momento en el que la tensión en el seno de la compañía incrementa. Los resultados anuales de Comsa Emte mostraron que los ingresos han bajado el 18% (la empresa nunca facilita los resultados finales), por lo que los empleados no descartan una nueva reestructuración de personal. “La inversión pública ha caído y las perspectivas son malas en este sentido”, afirma uno de los trabajadores del grupo de infraestructuras.
Comsa Emte aprobó el año pasado un expediente de regulación de empleo (ERE) que afectaba a 248 empleados. En un principio, la dirección anunció que la reestructuración afectaría a unas 300 personas y que la salida se haría de forma escalonada, ligada a la desaparición de ciertos proyectos. En enero se terminó el ajuste y, al final, sólo se han despedido a 135 trabajadores, según el comité de empresa.
La dirección del grupo ha declinado hacer ningún comentario sobre “las políticas salariales de la compañía” tras ser preguntada por este medio.