Los sindicatos de Caixabank piden una extra por la inflación de hasta 124 millones
El convenio del banco desvincula los salarios del IPC, pero con el cambio de escenario tocará introducir nuevas medidas, antes de que esto suceda la plantilla espera que la entidad de un paso al frente
Los sindicatos de Caixabank piden al banco un pago extraordinario que compense la pérdida del poder adquisitivo que están teniendo la plantilla ante la escalada de precios. Los representantes de los trabajadores llevan pidiéndola desde que conocieron los resultados del banco el pasado mes de enero, pero con más intensidad desde el estallido de la guerra de Ucrania en febrero.
En la junta de accionistas que el banco celebró en Valencia el pasado 8 de abril también la pidieron, aunque ni el presidente ni el consejero delegado se pronunciaron al respecto. Los sindicatos aseguran que seguirán insistiendo, como llevan haciendo desde hace tres meses y calculan que el impacto económico para el banco podría suponen un máximo de 124 millones de euros, una cifra asequible para un banco que ha obtenido un beneficio superior a los 5.000 millones.
Desde CCOO, Ruth Bolaños, recuerda que cuando se negoció el convenio colectivo, “nadie imaginaba todo lo que iba a pasar en poco más de dos años”. Empezando por una pandemia, siguiendo por una fusión, la mayor del sistema financiero español, y acabando por una guerra, que ha traído una escalada de precios nunca antes vista.
“Hay que establecer mecanismos de compensación”, apunta. Las patronales bancarias (en el caso de Caixabank es CECA) siempre han apostado por desvincular los salarios del IPC porque hasta hace un año “casi era irrisorio”. Pero con el cambio de escenario tocará introducir nuevas medidas en la regulación del convenio. Sin embargo, el actual no se acaba hasta 2023 y se negociaría en 2024.
Así que esperan una respuesta anticipada por parte de la entidad. “Pedimos una paga que además está más que justificada por los esfuerzos de la fusión”. El sindicato reclama al banco una paga lineal donde se tome como referencia el importe de la nómina más alta que haya en Caixabank, aunque cree que en cualquier caso se debería negociar.
En el caso de que se optase por una ‘paga extra’ de 1.500 euros para unos 40.000 trabajadores apenas supondría para el banco 60 millones de euros. En opinión de CCOO, la dirección de la entidad “se marcaría un punto a su favor” si accede a esta petición porque la plantilla atraviesa un momento complicado.
El ERE para más 6.400 trabajadores y el cierre de unas 1.500 oficinas, ha dejado a una plantilla más pequeña con el doble de clientes que además no consigue llegar a los objetivos comerciales que marca el banco. Lo que ha generado un preocupante clima de tensión social.
Asimismo, el sindicato recuerda que en el centenario de Caixabank, el banco les regaló a todos los trabajadores (entonces eran unos 22.000) un ordenador personal y la conexión a una línea ADSL durante un año en reconocimiento de la dedicación profesional. Por este motivo, creen que la “extra” de este año estaría más que justificada.
Desde FINE, donde se encuentra SECB, el segundo sindicato de Caixabank, también reclaman a CECA una compensación para las plantillas ante la pérdida de poder adquisitivo. El IPC cumulado desde enero de 2019 a diciembre de 2021 ha sido del 8,2% mientras que la subida salarial de convenio es del 0%, destacan.
Solo en lo que va de año, el indicador adelantado del IPC sitúa la variación anual en el 9,8% con datos a cierre de marzo, más de dos puntos por encima de la registrada en febrero. Una variación que afianza la pérdida adquisitiva de los trabajadores, ya que los sueldos solo se han visto incrementados en un 0,75%.
La presidenta, Begoña Peiró, entiende que hay una necesidad de compensar a la plantilla y asegura que se le ha expuesto a la dirección del banco en todas las comisiones de seguimiento del ERE que se han celebrado. “La plantilla necesita algo porque está desmotivada. Cada vez es más difícil llegar a objetivos”.
Este sindicato calcula que ‘una paga extra’ de 2.000 euros para unos 39.000 trabajadores, costaría al banco 76 millones de euros. Una cifra muy pequeña en comparación con los más de 5.000 millones que han ganado el año pasado, apuntan.
Desde SECB lo ven difícil de conseguir, pero no imposible. El banco argumenta que los trabajadores ya tienen una serie de beneficios, como el programa de retribución flexible Compensa, que permite a los empleados obtener beneficios fiscales a través de seguros, tarjeta transporte o servicios de guarderías.
En UGT también han pedido al banco un pago extraordinario a la plantilla. El secretario, Iván Argüelles, recuerda que no solo lo pidieron lo junta de accionistas públicamente, “lo solicitamos con anterioridad, desde que conocimos los resultados y vimos como evolucionaba la inflación”.
El sindicato pide un pago único que compense el esfuerzo y sacrifico de la plantilla ante el proceso de macro fusión que han vivido en los últimos doce meses y que ha pasado por momentos claves como la integración tecnológica en noviembre, y la integración de oficinas que arrancó el 7 de diciembre.
“Desde entonces estamos padeciendo las salidas del ERE con una sobrecarga de trabajo que se une a la presión comercial y una plantilla mermada. Pedimos un pago lineal o el equivalente a una nómina, que compense el esfuerzo y sacrificio”. Según sus cálculos, el coste para el banco puede variar desde los 80,5 millones, tomando únicamente de referencia el salario base total, hasta los 124 millones.