Los reveses judiciales de Foster’s Hollywood, uno a uno
Competencia le obligó a modificar sus contratos con los franquiciados y los tribunales concluyeron que carece de un plan de negocio serio
Foster’s Hollywood, la cadena de hamburguesas con unos 400 restaurantes en toda España, ha tenido que rehacer los contratos con cada uno de sus franquiciados por obligación de la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia (CNMC), pero el revés con el ente gubernamental no ha sido el único.
La cadena propiedad de la antigua Grupo Zena (actualmente Food Service Proyect) se ha enfrentado a denuncias y querellas de exfranquiciados rebeldes. Y hasta ahora, ha perdido en todas las instancias en las que ha tenido que batallar. Competencia determinó que sus contratos eran abusivos al obligar a los franquiciados a comprar a determinados proveedores y a vender los productos al precio fijado por la marca.
El primer juicio
Dos franquiciados en Ávila, agobiados por los altos costes operativos y por las bajas ventas, se unieron a una asociación de franquiciados descontentos que pedían mejoras en las condiciones de trabajo. Los dos hermanos franquiciados, Joaquín y Javier B., no tenían recursos para afrontar los royalties e incurrieron en impagos. Entonces Foster’s los llevó a juicio.
Grupo Zena pidió nada menos que 253.585 euros los franquiciados por incumplimiento del contrato (90.000 por no devolver los manuales y más de 61.585 euros por retrasos en cánones y royalties), pero el juez dio la razón a los franquiciados que habían pagado 710.000 por montar un restaurante y que vieron incumplidas todas las previsiones de venta.
«La franquiciadora incumplió el deber de información precontractual, ya que la información recibida era inveraz e intencionadamente alterada en cuanto a volumen de ventas, la previsión de beneficios a obtener y los plazos de amortización de la inversión realizada, ya que ninguna de las previsiones asumidas en los modelos de financiación y evolución del negocio se ha cumplido, lo que ha provocado las pérdidas continuadas del negocio», explicó el juez en la sentencia.
Los franquiciados ganaron en primera instancia y posteriormente en la Audiencia Provincial. Ambas decisiones concluyen que la marca incumplió el contrato y, por tanto, no tiene legitimidad para exigir a los franquiciados el cumplimiento de sus obligaciones.
Nueva investigación judicial
Foster’s fue condenada a asumir los costes judiciales. Pero el revés no ha sido el único. Otro exfranquiciado que ha liderado la revuelta contra la marca, José Zamarro, también se querelló contra la cadena por apropiación indebida de los fondos de márketing entre 2011 y 2014.
Zamarro asegura que Foster’s utiliza los recursos que aportan los franquiciados para hacer campaña de publicidad con otros fines diferentes a los estipulados en el contrato. «Hay indicios sólidos que apuntan a que Foster’s se ha apropiado ilegalmente de un dinero que debe ser destinado exclusivamente a la promoción de la marca», explica el denunciante. La cantidad presuntamente defraudada asciende a 7,5 millones de euros.
El proceso judicial se encuentra en fase avanzada de instrucción. Zamarro y otros exfranquiciados que han conformado una asociación contra la marca han denunciado que han sido espiados por detectives privados de Grupo Cuzco con la intención de perjudicarles.