Los pufos empresariales del patrocinador de los Goya
El grupo Saphir aumenta su facturación con imitaciones de perfumes de Carolina Herrera o Paco Rabanne. La patronal lo expulsó por prácticas poco éticas
El grupo Saphir, un próspero conglomerado empresarial con sede en Zaragoza, ha sabido crecer con base en el negocio de la imitación de los perfumes de marca. El grupo cerró el 2015 con una facturación de 32 millones de euros, 8 millones más que el año anterior. Pero su éxito, facturación y patrocinios mediáticos le han llevado a enfrentar demandas millonarias, el rechazo de la patronal y un lío monumental en el sector del cine.
Con un beneficio neto de 4,5 millones de euros, el grupo empresarial ha decidido patrocinar la gala de los Goya y a ofrecer descuentos de 10% en perfumes baratos. Su publicidad en la gala del cine español, que tanta campaña ha hecho contra la piratería, ha desatado la ira de L’Oreal que ha anunciado su retirada del evento.
La carrera judicial
Saphir ha perdido una larga batalla judicial frente a Puig, el grupo de perfumería que comercializa conocidas marcas como Carolina Herrera y Paco Rabanne, entre muchas otras. El Tribunal supremo ha avalado la condena que ya había sido impuesta contra el grupo por «competencia desleal».
La denuncia se remonta al 2015 y se basa en que buena parte de los productos de Saphir se venden como el perfume de imitación de marcas conocidas. La empresa incluso vendía con tablas de equivalencias, una práctica que ya había sido condenada en los tribunales y que ha herido gravemente a toda una industria volcada en la imitación de fragancias.
Ni Puig ni Saphir han querido desvelar la indemnización que tendrá que pagar la empresa de Zaragoza por haber usado terceras marcas en su promoción.
El rechazo de la industria
En julio del año pasado, la patronal del sector de la perfumería y la cosmética, Stanpa, decidió expulsar a Sephir por prácticas poco éticas. La industria, que lucha contra los productos de imitación, decidió rechazar las prácticas comerciales del grupo aragonés.
El grupo se ha defendido al asegurar que sus marcas no son ilegales sino que ha sido condenada por venderlas haciendo referencia a que eran el equivalente o similares a reconocidas marcas con una fuerte inversión en investigación, desarrollo, marketing y publicidad.
La investigación de Hacienda
El grupo ha declarado en sus cuentas depositadas en el registro Mercantil (cierre del 2015) que considera que, en caso de ser condenada, la multa no implicará una cantidad muy elevada.