Los ‘proxy’ se oponen a renovar el consejo de Unicaja por la falta de transparencia con las dimisiones

Unicaja afronta la celebración de su junta general de accionistas en medio de una crisis de gobernanza no vista nunca antes en la historia del banco. La entidad celebra en Málaga este encuentro el próximo 30 de marzo en un momento donde el Gobierno, el Banco de España y el Banco Central Europeo, además de la Junta de Andalucía y la propia Málaga, miran con recelo todo lo que ha sucedido en los últimos meses. 

Primero fue el ERE. Nunca antes se había negociado un despido colectivo de estas características y, por tanto, vino acompañado de la primera huelga de trabajadores de Unicaja. Después llegó la denuncia a Braulio Medel por su gestión en la Fundación Unicaja, que es el principal accionista del banco con el 30% del capital.  

En concreto, la Confederación Intersindical de Crédito (CIC) le acusaba de delitos de estafa, apropiación indebida, administración fraudulenta o desleal y un delito contra la Hacienda Pública. Hace apenas unos días, la Fiscalía de Málaga admitía la denuncia y abría diligencias. 

Entre tanto, se ha producido una oleada de dimisiones por parte de consejeros de Unicaja que mantiene en vilo al sector y al mercado, de hecho, el ‘proxy advisor’ estadounidense Glass Lewis, que asesora a los grandes fondos en la decisión de voto antes de las juntas, cree que los accionistas «deberían estar preocupados por estas renuncias”, ya que pueden implicar una alteración en el funcionamiento del consejo. El español, Corporance, va más allá y considera que por “la falta de transparencia sobre estos hechos” los accionistas deberían oponerse a la reelección del consejo.  

En este sentido recuerdan que el consejero independiente Manuel González Cid renunció el pasado 8 de marzo alegando “insatisfacción” con la gobernanza del banco. Pero además, otros dos consejeros independientes dimitieron pocos días antes: Manuel Conthe y Ana Bolado. Sobre el primero, Unicaja ha explicado que su mandato habría expirado en esta próxima junta, y sobre la segunda, que el consejo había decidido reducir el número de consejeros independientes.  

Pero el Banco Central Europeo citó a los tres consejeros para que explicaran los motivos de su salida y hace solo unos días la vicepresidenta, Nadia Calviño, aseguraba que el Gobierno y el Banco de España, además del BCE, están «muy preocupados por la deriva en la gobernanza del banco”. Así que están analizando cuáles son “las medidas más eficaces y los instrumentos más oportunos para encarrilar una situación que, evidentemente, es preocupante cuando estamos hablando de una importante entidad financiera de Andalucía y de toda España», indicaba. 

Por todos estos motivos, Glass Lewis opina que los accionistas deberían estar preocupados y destaca que con la dimisión de González Cid la independencia del consejo queda por debajo del 33%, que es el nivel recomendado. «Dado que se ha iniciado el proceso de sustitución del mencionado consejero, daremos al consejo algo de tiempo para restaurar la composición del mismo”.  

En este sentido recuerdan que -según lo pactado en la fusión con Liberbank- el banco se comprometió a modificar el consejo y el modelo de gobierno de la compañía en un plazo máximo de dos años desde que se materializó la fusión em julio de 2021. Y por tanto, deben introducir el rol de un presidente no ejecutivo, adaptar las funciones del consejero delegado y reevaluar el cargo del consejero delegado. “Monitorearemos el problema en el futuro”, apuntan. 

El ‘proxy’ español, Corporance, indica que tras la junta general de accionistas, el consejo de administración quedará compuesto por 14 miembros: 2 ejecutivos, 8 dominicales y 4 independientes. Por tanto “el nivel de independencia no cumple con el límite fijado por la Ley de Sociedades de Capital” y recomiendan a los accionistas que se opongan a su reelección, así como a las de todos los consejeros dominicales que ostentan facultades ejecutivas.  

Enfado en Málaga por las desvinculaciones del banco 

Según adelantaba este jueves Diario Sur, muchos servicios centrales que estaban ubicados en Málaga han sido trasladados a otras provincias desde que se materializó la fusión en julio de 2021. Para poder hacer estos cambios, el consejero delegado, Manuel Menéndez ha contado con el apoyo de los miembros del consejo que representan a la Fundación Unicaja.  

Y la principal consecuencia es que Málaga va poco a poco perdiendo poder, algo de lo que ha advertido incluso el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, quien apunta a que la sede de Unicaja Banco en Málaga “sufre un vaciado de contenido”. 

Tal y como adelantó este medio, Menéndez ya se habría reunido en varias ocasiones este año con representantes del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso para hablar del traslado de la sede social del banco de Málaga a Madrid.  

Y en este contexto, Unidas Podemos presentaba este jueves una Proposición No de Ley (PNL) donde exige al Parlamento de Andalucía que muestre su apoyo, y trabaje por una Unicaja “andaluza y malagueña”. Una decisión que consideran clave para que la balanza no esté inclinada del lado de los gestores procedentes de Liberbank, lo que representaría un paso más de la alianza Medel-Menéndez.  

“Una alianza que nos acerca a alejar Unicaja de Málaga y por ende de Andalucía, lo que representaría unas consecuencias económicas y sociales muy importantes en nuestra tierra”, revelan.  

Por su parte, la delegada del Gobierno andaluz en Málaga, Patricia Navarro, asegura que la Junta de Andalucía «seguirá luchando» para que la sede social de Unicaja no salga de Málaga, al tiempo que ha lamentado el «episodio de desmantelamiento de esta entidad» en la provincia malagueña con el cierre de oficinas en varios de sus municipios, especialmente en la comarca de Ronda. 
 
“Todos los malagueños nos sentimos un poco parte de esta entidad y lucharemos porque no se vaya de Málaga, siga manteniendo los pies en el territorio y su centro administrativo como constaba en ese convenio de fusión con Liberank».