Los proveedores huyen de Nostrum
Los grandes distribuidores ya optan por vender directamente a los franquiciados ante los problemas de pago de la central de Nostrum
A Quirze Salomó ya le han cogido la matrícula. El director general y fundador de Home Meal Replacement, la matriz de la cadena de restaurantes Nostrum dejó de recibir las llamadas de muchos proveedores en los últimos meses. No es que sus productos dejen las estanterías de la compañía, pero los constantes impagos hicieron que los distribuidores decidieran pasar a trabajar directamente con los franquiciados.
Uno de los últimos en pasar de la cotizada en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB) fue Coca-Cola. Fuentes del sector explican a Economía Digital que los establecimientos asociados compran directamente las bebidas de la marca a los distribuidores, sin pasar por la central. “La fiabilidad en los pagos de los franquiciados es muy superior”, señalan las mismas voces.
Otro de los proveedores que saltó a Salomó en los últimos meses fue Café Saula, que servía a los franquiciados de Barcelona a través de la central. “Como tenían problemas de cobro, optaron por servirles directamente y así cobrar seguro una parte del contrato”, añade una fuente interna.
Home Meal elevó su periodo de pago a proveedores de 61 a 68 días en 2017
Según la memoria del ejercicio 2017, Home Meal extendió su periodo medio de pago a lo largo del año pasado. Si en 2016 había pagado a sus proveedores a 61,65 días vista, la temporada posterior alargó el plazo hasta los 68,77 día; ambos por encima de la ley, que fija un máximo de 60 días para el pago.
Las mismas voces apuntan que los problemas de liquidez se acentuaron con la entrada de 2018. Para ahorrar costes de distribución, la compañía redujo la frecuencia de reparto de los platos, que sí fabrica ella. «Los franquiciados se quejan de que no les llegan los vasos, cubiertos o platos desde la central», explica uno.
La falta de liquidez afecta a la cotización
Los problemas de liquidez de la compañía exceden del negocio y afectan también a la actividad bursátil. En un comunicado emitido en mayo, el MAB exoneró a MG Valores de proveer de acciones al mercado «al haberse agotado el efectivo de Home Meal y no ser posible su reposición inmediata». Fuentes de MG Valores explican a Economía Digital que la cifra que obligaba a la sociedad dirigida por Salomó en el contrato era de sólo 5.000 euros.
Además, las participaciones de la empresa acumulan una caída del 13,22% en los últimos doce meses. De los 2,42 euros por acción en los que cotizaba el pasado mes de junio pasó a los 2,10 euros de la actualidad. No es novedad, como sucede en gran parte de las compañías del MAB, que durante la mayoría de días no se negocie ni una sola acción.
Además de la falta de liquidez, la deuda ahoga
Home Meal cerró el año con unos números rojos de 3,4 millones de euros frente a las pérdidas de 1,5 millones del 2016. Sí logró incrementar los ingresos el 5% hasta los 15,2 millones de euros. La empresa se endeudó por encima de sus posibilidades El pasivo ascendió en 2017 desde los 19,6 millones hasta los 26,4 millones de euros. Por ello, la auditoría realizada por Pfk advierte de que «existe una incertidumbre sobre la capacidad del grupo para continuar como empresa en funcionamiento».
Ya con unas pérdidas acumuladas de 4,1 millones procedentes de ejercicios anteriores, la sociedad tiene un fondo de maniobra negativo de 7,2 millones de euros, un indicador que señala las dificultades que tiene para afrontar pagos y pone en duda su viabilidad futura.
Hasta ahora, la receta fue clara: endeudarse más. Por ello, recurrió a emisiones de bonos y pagarés que le dieran liquidez inmediata a cambio de despejar el balón de la deuda hacia el Salomó del futuro. La última ocurrencia es el lanzamiento de una criptomoneda propia con la que pretende captar 50,4 millones de euros. “Son mágicas, nadie pierde con ellas”, se descolgó el ejecutivo en una entrevista concedida al Ara.
Sin embargo, Home Meal incumplió uno tras otro los plazos marcados. La nueva fecha de lanzamiento: el mes de septiembre. Si bien en un primer momento iba a ser el regulador financiero suizo, la Finma, quien supervisara la operación, ahora será su homólogo español, la CNMV, que tiene recelos sobre las divisas.