Los minoritarios de DIA exploran la vía judicial contra el consejo

La Asociación de Accionistas Defensores de DIA (AADD) vuelve a la carga contra el consejo de administración de la compañía liderado por Borja de la Cierva. La entidad que representa a pequeños accionistas se muestra sorprendida por la decisión del consejo de DIA de emitir un informe favorable​ a la opa de Letterone y Mikhail Fridman y anunciar además que venderá la autocartera de la compañía.

“La AADD entiende que los consejeros estén en su derecho de acudir o no a la opa con las acciones con las que cuentan a título personal pero duda de la legalidad de tomar la decisión de apoyar la operación, también con la autocartera de la compañía, que es patrimonio de todos los accionistas”, explican en un comunicado.

En este sentido, añaden, “si los consejeros quieren desprenderse de sus acciones, sería una opción menos negativa la venta al mercado y no el apoyo a la opa”. Por todo ello, «la AADD ya ha puesto esta cuestión en manos de un despacho de abogados para valorar su legalidad».

Los minoritarios sospechan de Bank of America Merrill Lynch

La Asociación de Accionistas Defensores de DIA creen que es un ataque a la imparcialidad que el consejo haya contratado a una empresa como Bank of America Merrill Lynch. La asociación, presidida por Rafael del Castillo, explica que en el informe esta empresa reconoce que ha asesorado a empresas de Fridman en el pasado y, tal y como señala en el propio informe, es posible que continúe con ese asesoramiento en el futuro.

Por otra parte, la AADD recuerda que sigue recomendando a los accionistas minoritarios de DIA que no acudan a la opa de Fridman, que ofrece 0,67 euros por acción, porque consideran que el precio está muy lejos del valor real de la compañía.

La asociación ha aprovechado para lanzar un guiño al empresario Luis Amaral, quien tiene el 2% de la compañía y ha insistido en que no venderá sus acciones a Letterone. 

Amaral «realizado un completo estudio financiero que ha establecido que la acción debería valer entre 1,53 y 3,25 euros», explican desde la AADD para demostrar que la compañía vale mucho más de lo que Fridman está dispuesto a pagar (296 millones de euros por la parte que no controla).