Los inversores dan largas a los emprendedores en el salón MiEmpresa
Declaran en el evento que muchos creadores “aburren con sus power points” y “con sus discursos aprendidos en cursos baratos”
Centenares de jóvenes, adultos, inmigrantes, amas de casa y estudiantes se pasearon por el salón MiEmpresa, que clausuró este miércoles en Madrid, con la esperanza de que algún inversor inyectara dinero a su proyecto. Asistieron a las charlas, a las entrevistas de networking y hasta hacían cola detrás de los inversores para entregarles una tarjeta y explicarles en dos minutos su proyecto. Es lo que se conoce en el mundo de los emprendedores como pitch (una presentación que usan los cineastas en Estados Unidos para recaudar fondos para sus largometrajes).
Pero los inversores que acudieron al encuentro para escuchar ideas y proyectos en los que invertir terminaron por reforzar en el colectivo un temor que ya tenían asumido: emprender no es fácil y conseguir dinero para ello, menos aún.
El azote de los principiantes
Uno de los inversores estrella del encuentro fue Luis Martín Cabiedes, fundador de Cabiedes & Partners. Su conferencia titulada: “El inversor y el pitch: Cómo no fastidiar tu primera cita a ciegas” daba pistas del mensaje que tenía preparado para su joven y entusiasta audiencia.
“Cuando veas a un inversor, dile quién eres y qué haces pero no le hagas un pitch. Estamos hartos de los pitch. Me aburren con los powert points con los discursos aprendidos en cursos baratos. No me digas cuánto crees que vas a facturar en Latinoamérica en dos años si todavía no vendes en Móstoles. Y no me persigas en el baño cuando voy a mear para darme tu pitch en vez de sacar lo que tienes que sacar. No me importa lo que vendas ni lo que hagas, sólo cuánto te cuesta captar a un cliente”, explicó Luis Martín Cabiedes.
El empresario enumeró todos los errores que suelen cometer los emprendedores cuando presentan su proyecto para concluir que en España hay ganas, pero pocas ideas sostenibles. “Hay mucho emprendedor y pocos empresarios. Es decir, mucha incubadora y pocos huevos”, añadió.
Pocas esperanzas
David Bonilla, un informático que acaba de crear una web que presenta como el Google de los videojuegos y que logró una inyección de 300.000 euros, recomienda huir de los eventos de emprendedores si lo que se quiere es conseguir dinero. “Hay una nube de gente para dejarle su tarjeta a los inversores aquí. Te puedo explicar mi plan de negocios en dos minutos, pero no cómo lo llevaré a cabo. Yo nunca había venido a un encuentro como éste”, explica Bonilla, que tiene la convicción de que ningún emprendedor logró cerrar tratos con inversores durante el encuentro.
Una de las ponencias intentó guiar a los jóvenes creadores a buscar fórmulas diferentes para obtener dinero para sus proyectos, pero las respuestas tampoco fueron demasiado estimulantes. Ángel Palazuelos, director de Operaciones de Enisa, la Empresa Nacional de Innovación, dependiente del ministerio de Industria, aseguró que la entidad, destinada a inyectar financiación a los nuevos proyectos dispone de un presupuesto anual de menos de 120 millones de euros, una cantidad claramente insuficiente –reconoció– para la alta demanda de financiación. Y probablemente el próximo año disminuya.
La único banco presente
Bankia, el principal patrocinador del encuentro y único banco presente, aseguró que las entidades financieras tienen la obligación de ayudar a los emprendedores, pero Antonio Ríos, director de riesgos minoristas de Bankia, no fue capaz de decir cuánto dinero destina la entidad a créditos a este colectivo. “Hay brotes verdes y sólo puedo decir que estamos dando mucho más dinero que el año pasado”, respondió Ríos. «Pero tampoco podemos hacer milagros. Sólo podemos conceder créditos a quien lo puede devolver».
Al final de la conferencia de Cabiedes, una joven lo abordó. «Soy cantante, lleno salas y quisiera saber dónde puedo obtener financiación para un disco», preguntó la asistente. La respuesta no sorprendió. «Si llenas salas, es algo muy bueno. Pero lo siento, no financio a músicos».