Los inversores árabes se enamoran de los pasaportes españoles a 500.000 euros
Los nativos del golfo Pérsico y el norte de África miran al mercado inmobiliario de lujo para conseguir la 'golden visa'
Conseguir el permiso de residencia en España por medio millón de euros. Es el negocio que propone la golden visa, lanzada a finales de 2013. El requisito: comprar un inmueble de un valor superior a 500.000 euros, dos millones en deuda pública o un millón en acciones. A cambio, libertad de movimiento en el espacio Schengen europeo y la posibilidad de vivir y trabajar en el país.
Hasta ahora con escaso éxito, en los últimos meses del 2015, inversores del golfo Pérsico y el norte de África han puesto los ojos en el mercado inmobiliario español animados por el documento. Según explica Alex Vaughan, fundador de la inmobiliaria de alto standing Lucas Fox, «los clientes de estas regiones ya representan el 20% de las ventas».
«Y muchos están impulsados por la consecución de la golden visa«, añade. Concretamente, el 17% de las transacciones de lujo realizadas en Madrid fueron por este motivo. El interés se ha incrementado después de que el Gobierno permita a los beneficiarios trabajar en el país y el pasado marzo ampliara a las parejas de hecho e hijos mayores de 18 años la posibilidad de conseguir el visado.
Sanidad, hijos y libertad de movimiento
«Hablando con nuestros clientes vemos como España está muy bien considerada a nivel sanitario, y muchos quieren venir a tratarse aquí», explica Karen Storms, directora de ventas internacionales de la agencia. «Tener el permiso les ayuda», diagnostica. Además, la posibilidad de hacerlo extensible a la familia es otro de los puntos atractivos.
«Tampoco sabemos la suerte que tenemos a la hora de movernos por Europa», se une Rod Jamieson, máximo responsable en Barcelona y Madrid. Un mero trámite para un ciudadano de la Unión Europea puede demorarse durante meses para un habitante de Oriente Medio.
En un primer momento, la golden visa se lanzó pensando en el mercado chino, incipiente hace tres años. La apuesta parece no haber cuajado –sí lo ha hecho, por ejemplo, en Portugal– y el éxito del proyecto fue puesto en entredicho. Ahora, con los clientes dubaitíes, catarís y de países conflictivos del norte de África tiene una segunda oportunidad.
Más de 11.000 visados y 741 millones de inversión
Los últimos datos publicados, en agosto de 2015, revelan un gasto de 741,6 millones de euros en propiedades inmobiliarias para obtener el permiso. Según publicó Cinco Días en octubre, hasta el 1 de setiembre se habían concedido 11.411 visados. A los inversores, 5.856 y sus familiares 5.555.
En caso de duda con otros destinos, España resulta una opción atractiva debido a que los precios todavía están entre un 20% y un 40% más baratos que en 2007. «Y más ahora que el Reino Unido y Francia han disparado los impuestos para la compra de una segunda residencia», contextualiza Vaughan.
Despierta el comprador nacional
El informe sobre el mercado del lujo en 2015, además, vislumbra una reacción del comprador nacional, hasta ahora aletargado frente al extranjero. En Barcelona ya representa un 17% del total y en Madrid casi el 50%. En destinos costeros cómo la Costa Brava y Marbella, pero, todavía se impone el tópico de la segunda residencia del ciudadano alemán, galo o inglés.
El despertar del sector se ha producido sobre todo gracias a la fortaleza de los inversores británicos y estadounidenses, impulsados por la fortaleza de sus divisas y siguiendo la estela de los fondos de inversión compatriotas.
Ambos han llenado el vacío que ha dejado el descenso de la demanda rusa, afectada por los conflictos con Ucrania, los bajos precios del petróleo y la caída del rublo. Pese a ello, desde Lucas Fox no dudan en hablar de «recuperación del sector», aunque su previsión sea algo más optimista que en la gama media.
Cómo evitar una burbuja del lujo
En una entrevista a Expansión, Jamieson cifraba en un 10% el encarecimiento de los mejores pisos durante el año 2015. «Aunque no me guste hacerlo, mi previsión es que los precios crecerán al ritmo del 5% en los próximos doce meses», augura Vaughan.
A finales de diciembre, el precio de venta de las propiedades de alto standing en Barcelona alcanzó los 4.612 euros por metro cuadrado, un crecimiento del 26,45% en dos años.
Son varias las fuentes del sector que intuyen la formación de una cierta burbuja alrededor del lujo en la capital catalana. «Sólo hay anunciados pisos de gama alta y nos matamos por acoger los mejores hoteles de cinco estrellas del mundo, al final los precios se van a hinchar», lamentan. En la ciudad mediterránea se quiere evitar que suceda lo mismo que en Londres.
Londres: el mal ejemplo
La ciudad británica ha creado un mercado a dos velocidades. Una, en el centro, inaccesible para la mayoría de ciudadanos donde reina la especulación inmobiliaria y los costes se han disparado; otra en las afueras, más asequible. «El precio en las mejores zonas de la ciudad es casi diez veces superior al de BCN», apuntan.
«Además, el cliente nacional -que acostumbra a comprar como primera residencia- y el hecho de que Barcelona sea una ciudad muy atractiva para vivir frenan este tipo de inflación», tranquiliza Storm.