Los hermanos Font ya se abren a partir Bon Preu en dos
Josep Font agota las vías para ampararse en el derecho de separación, pero ya estudia las formas de un reparto justo de la empresa
El conflicto entre los hermanos Font en Bon Preu está enquistado en los tribunales. No existe el diálogo entre ambos, pero a medida que avanzan los recursos, las posturas se acercan mínimamente. Mientras el menor de ellos, Josep, pide a Joan que le compre su 50%, ya estudia como podría ser una división en dos de la empresa justa.
Romper la cadena de supermercados en dos mitades es la propuesta de Joan, el presidente, con tal de dar salida al vicepresidente de la empresa. El pequeño de los hermanos se había negado hasta ahora –y todavía lo hace–, pues pidió al juzgado de lo mercantil número 8 de Barcelona que amparara su derecho a vender su mitad.
La magistrada Marta Cervera desoyó la petición, por lo que, tras presentar un recurso, el caso está ahora en la Audiencia Provincial. Sin embargo, Josep ya estudia la manera en que se produzca un posible reparto justo en el caso de no obtener el favor de los tribunales. Y no pasa por la propuesta que pone Joan sobre la mesa.
El mayor de ambos propone partir Bon Preu en tres partes: dos serían para los centros comerciales y tiendas y un tercero, que estaría compartido por los dos –según los planes de Joan–, englobaría los servicios centrales, las marcas y el centro logístico. De hecho, Joan Font ya habría hasta escogido una de las dos mitades.
Sin embargo, Josep no ve factible está salida. La razón, la parte compartida replicaría el esquema del actual Bon Preu: una empresa participada al 50% por dos administradores solidarios. Además, compartiría el equipo directivo y las marcas, con el posible conflicto de intereses que se podría producir.
Así, el entorno de Josep Font insiste, hasta el momento sin éxito, en obtener más información para que se produzca un reparto que ellos consideren justo. Quieren también estudiar el impacto fiscal que tendría dividir Bon Preu.
La guerra judicial en Bon Preu
El enfrentamiento de Joan y Josep Font saltó a los juzgados después de que el menor de ambos interpusiera una demanda contra el mayor con tal de ejercer el derecho de separación y vender su porcentaje. La magistrada Marta Cervera desestimó las peticiones y abrió la puerta al siguiente mecanismo previsto en los estatutos de la firma para la resolución de conflictos: la separación en dos.
La razón es que la juez no atisbó alguno en las valoraciones que se hicieron para saber el precio que debería pagar Joan. A lo largo de la batalla, ambos bandos encargaron sus propias valoraciones antes de ejercer el derecho de separación de socios, previsto en los estatutos de la empresa. La primera, solicitada por Josep, fue realizada por Mazars y fijó un precio de 960 para toda la empresa. A su vez, Joan pidió un informe a Faura-Casas, que marcó el precio en sólo 380 millones.
Ante las diferencias, el vicepresidente acudió a Grant Thornton, que disparó el precio de Bon Preu hasta los 1.100 millones. En cambio, el presidente tocó el timbre de KPMG, que situó la compañía en 600 millones. Eso sí: avisó de que en caso de venta, el valor del 50% sería sólo de 210 millones. Al haber una diferencia superior al 25% entre las distintas valoraciones, todas quedaron invalidadas.