Los Gallardo pierden al consejero delegado que reflotó Almirall
Peter Guenter aterrizó en la farmacéutica catalana en 2017, en medio de una crisis, y ha logrado dar la vuelta a la compañía
Sede de Almirall. ED
Después de tres años de matrimonio, Peter Guenter y Almirall separan sus caminos. El consejero delegado aterrizó en la farmacéutica catalana en otoño de 2017, inmersa entonces en el descalabro de su filial estadounidense. Después de lograr cuadruplicar el ebitda, el directivo abandona la cotizada española «tras aceptar una nueva oportunidad en una compañía más grande».
En un comunicado enviado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el grupo controlado por la familia Gallardo señaló que ya ha abierto el procedimiento para encontrar al substituto de Guenter. Será el tercer consejero delegado en menos de un lustro, después de que el belga relevara a Eduardo Sanchiz.
Guenter fue clave para liderar el viraje de la farmacéutica hacia el sector de la dermatología. El presidente de Almirall, Jorge Gallardo, destacó que gracias a su trabajo, la sociedad cuenta con «una de las más sólidas carteras de productos en fase avanzada en el área de dermatología médica» además de haber lanzado «con éxito» productos como Ilumetri y Skilarence en Europa, y Seysara en EEUU».
Tras 22 años en Sanofi, el dirigente admitió que su marcha «no ha sido una decisión fácil debido al gran impulso dado a Almirall». «Hoy la empresa está mejor que hace tres años y preparada para una importante expansión en el campo de la dermatología médica», añadió.
Almirall: de perder 300 millones a ganar más de 100
Cabe recordar que el ejercicio de su aterrizaje, Almirall perdió 304 millones de euros por los malos resultados de su filial estadounidense, Aqua Pharmaceuticals. Precisamente, estos registros le costaron el puesto a su predecesor.
Por el contrario, en 2019 la empresa ganó 106 millones de euros; el 36% más que ya en 2018.
Con los resultados conseguidos, el mercado reaccionó con negatividad al anunció de Guenter. Si Almirall ya ha perdido más del 36% de su valor bursátil en lo que va de año –una cifra ligeramente peor que la media del Ibex–, a media mañana caía alrededor del 4%, convirtiéndose en el farolillo rojo del selectivo español.
