Los dueños mexicanos de Zena exportan Foster’s y sopesan vender Burger King
Alsea ha decidido abrir locales Foster’s Hollywood en México y medita deshacerse de los Burger King españoles para aliviar la deuda de la filial
Alsea, una de las mayores empresas de comida rápida de América Latina y que adquirió Grupo Zena en agosto pasado, ultima su estrategia para comenzar a rentabilizar la compra de su filial española. La multinacional mexicana, que gestiona Vips, Starbucks y Burger King en México, quiere exprimir al máximo los restaurantes más rentables del grupo Zena, Foster’s Hollywood, mientras valora deshacerse de los Burger Kings.
Alsea, que pagó 270 millones de euros por los 427 restaurantes del grupo Zena en julio pasado, ha tomado la decisión de exportar la cadena Foster’s Hollywood a México. La marca, creada en Madrid en los años setenta, será la punta de lanza del grupo para diversificar su oferta de restaurantes en México entre los que destacan Burger King, Domino’s, Chilis, Vips, The Cheesecake Factory y Starbucks, una marca que también explota en Colombia.
Reducción de deuda
La compañía mexicana valora la venta de los Burger Kings de Zena en España, una operación que le permitiría aliviar la deuda de la filial española, según explican fuentes cercanas a la compañía. Zena es el mayor franquiciado de Burger King en España con la explotación de 60 locales. De concretarse, la operación permitiría reducir tanto la deuda de Zena como aliviar la carga financiera de la empresa en México que ha asumido un préstamo bancario en pesos mexicanos para la compra del grupo Zena.
Alsea no ha respondido a las llamadas de este medio. Sin embargo, el director general de Zena, Fabián Gosselin, ha reconocido a El Economista de México que la dirección maneja varias posibilidades para intentar reducir la deuda de grupo Zena.
Deuda expansiva
Con casi 200 restaurantes en España, Foster’s Hollywood es una de las marcas del grupo Zena que creció como la espuma bajo la gestión del fondo británico de riesgo CVC. Bajo su tutela, Zena pasó de 60 restaurantes Foster’s hasta los casi 200 actuales. Pero la agresiva expansión tuvo un precio: se abrieron locales en localidades pequeñas sin la demanda suficiente para sostener un restaurante de grandes dimensiones y cerca de otros restaurantes Foster’s que comenzaron a robar clientes a los viejos.
La empresa arrastra una deuda que ronda los 100 millones de euros principalmente con ING. Hace dos años se vio obligada a refinanciar los préstamos y Alsea quiere negociar también un aplazamiento para los vencimientos del próximo año.