Los Del Pino ya pueden vender unilateralmente sus acciones en Ferrovial
Rafael, el presidente del grupo, supera ya el 20% del capital a través de su instrumental Rijn Capital
El fin del pacto sindicado de los Del Pino sobre Ferrovial era algo que se venía venir desde hace tiempo. Casi desde el mismo momento en que tras la muerte, hace ocho años, del patriarca y fundador de Ferrovial, Rafael del Pino, su viuda e hijos decidieron articular una operación para que las acciones de todos ellos estuvieran unificadas de manera que hicieran piña.
Lo hacían para que, de esa manera, nadie pudiera inquietar el control sobre cerca del 45% del grupo constructor, que actualmente capitaliza en bolsa por más de 16.100 millones de euros por el 100% de su capital. Hasta ahora.
Hacer y deshacer con los títulos
Lo que viene a decir el hecho relevante remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), lleno de nombres de sociedades un tanto desconocidas, es que cada hermano podrá hacer y deshacer a su antojo de las acciones de Ferrovial que a cada uno le corresponde.
Se pone así fin al blindaje sobre Ferrovial acometido en 2006, cuando se derivaron los títulos hacia una única sociedad patrimonial, Portman Baela. Lo hacía pagando previamente a otra de sus patrimoniales, Casa Grande de Cartagena –la que aglutinaba las inversiones en otras empresas– casi 1.500 millones de euros por el 17,77% del grupo constructor.
301 millones de acciones vendidas
Desde entonces, el control de Portman Baela lo ejercitaban los hijos de Rafael del Pino Moreno a través de la limitada Karlovy. Hasta ahora, en que Portman Baela y su matriz Karlovy han vendido el capital de Ferrovial a cada uno de los hermanos. Más de 301 millones de títulos.
Además, Rijn Capital, la patrimonial del presidente de la constructora Rafael del Pino, ha procedido a liquidar venta futura de acciones de Ferrovial y a devolver el préstamo de valores concedido en el marco de la citada venta, que habían sido concertados por Rijn con la entidad italiana Mediobanca‒Banca di Credito.
Nuevo reparto
El tercer elemento de este movimiento accionarial se concreta en cómo queda el reparto de títulos entre los hermanos. El presidente, Rafael del Pino, se queda con el 20,1% a través de Rijn Capital, mientras que sus hermanos Leopoldo, María y Joaquín, se repartirán, cada uno, el 8,29%, el 8,09% y el 2,52%, a través de las sociedades Siemprelara, Menosmares y Soziancor, respectivamente.
Además, María y Joaquín son titulares de otro 1,209% a través de Casa Grande de Cartagena, la ‘family office’ de la que en los últimos años se han ido desmarcando el resto de la familia.