Los consejeros de Ezentis se atan a las sillas de Vértice 360
Constituyen un pacto sindicado para desactivar el intento de Alfred Collado de cesar a la cúpula directiva de la tecnológica en la junta del 29 de junio por mala gestión
Parecía que con la salida de Manuel García-Durán, primero de la productora Vértice Trescientos Sesenta Grados (V360), y después, de la tecnológica Ezentis, las aguas en ambos casos volverían a su cauce. No ha sido así. Y siguen, si cabe, más convulsas todavía.
Algo que se podrá comprobar en la junta de Ezentis que el próximo 29 de junio se celebrará en Sevilla. A la que se llega tras la reciente polémica venta que la empresa tecnológica, presidida por Luis Solana, hizo del 25% que tenía en V360, convirtiendo a Squirrel Inversiones en el nuevo máximo accionista de la productora audiovisual por 10.000 euros.
El equipo de Vértice en pie de guerra
Un precio que dejaba a V360 valorada en 40.000 euros, y que ponía en pie de guerra a Alfred Collado y a su equipo, que habían tomado las riendas el pasado mes de noviembre, con el apoyo del 4% de los accionistas minoritarios, para tratar de alcanzar una propuesta de convenio que facilitase la salida del concurso en el que la productora audiovisual se halla inmersa desde hace dos años.
Cuando Vértice dejó de cotizar en abril de 2014, al entrar en concurso, el 25% que Ezentis ha vendido estaba valorado en cerca de 4 millones de euros, y ahora, aunque cada acción valiese un par de céntimos, sería superior a 1,5 millones de euros.
Variable, a determinar
Además del fijo de 10.000 euros, la letra pequeña de esta compraventa incluía un precio variable a pagar por Squirrel, a determinar por la revalorización de las acciones de V360 hasta el año 2021 o, bien por la transmisión de las acciones antes de esa fecha.
Ezentis, en el hecho relevante remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), argumentaba la venta de su participación en V360 a Squirrel por ser la matriz del grupo Best Option Media.
«Una referencia en los mercados en los que opera y trabaja con cientos de medios en alrededor de 50 países, entre los cuales se encuentran todos los grandes grupos internacionales. Asimismo, dicho grupo prevé que sus ingresos en este año 2016 alcancen los 60 millones de euros», apuntaba Ezentis en el hecho relevante.
Empresa fantasma, administrada por un bufete de abogados
Tanto Squirrel como Best Option son empresas administradas por el despacho de abogados madrileño Pereiro Lage. La matriz, sin empleados, tiene un capital de 3.000 euros, mientras que el de Best Option se eleva a 250.000 euros.
A Collado y su equipo la maniobra de Ezentis les cogió con el pie cambiado. Habían tomado las riendas de Vértice a finales de noviembre de 2015, con el apoyo de un grupo de minoritarios tenedores del 4% del capital e, incluso, con la abstención de la tecnológica. Y, de la noche a la mañana, veían cómo su estrategia de sacar a la productora del concurso se venía abajo. Será Squirrel la que, a partir de ahora, haga y deshaga.
Blindaje del consejero delegado de Ezentis
La reacción de Alfred Collado no se hizo esperar. Y ha querido ver en una de las cláusulas incluidas en la compraventa de Ezentis del paquete de Vértice el motivo de esta operación. Que no era otro que el supuesto blindaje incorporado de Fernando González, actual consejero delegado de Ezentis y en 2013 también consejero de Vértice, para evitar que se investigaran los extremos en los que, en esa fecha, se produjo la venta de filiales al fondo HIG.
Una operación, que produjo un agujero de 37 millones de euros en Vértice, el que motivaba que unos meses después tuviera que declararse en quiebra.
Cese por mala gestión
A partir de aquí, la convocatoria de la junta de accionistas de Ezentis, a celebrar en Sevilla el próximo 29 de junio, se ha convertido en el momento clave elegido por Collado y otros accionistas para intentar echar del consejo de la tecnológica tanto a González como al director general Corporativo, Carlos Mariñas, por la mala gestión de la tecnológica durante los últimos.
No les será fácil. El intento de incluir el cese de ambos consejeros como complemento al orden del día de la junta fue echado por tierra por los letrados de Ezentis, alegando que los 7 millones de acciones de 40 accionistas no estaban debidamente acreditados.
A pesar de ello, las cuentas son las que son, y al actual consejo de Ezentis, presidido por Luis Solana, les resultará difícil evitar el cese tanto de González como de Mariñas.
Sindicado in extremis
Sobre la base de la participación registrada en otras juntas, de los 60 millones de acciones que podrían estar representadas, se especula con que, al menos 40 millones, votarán en contra del consejo o se abstendrán, que, al final, es lo mismo.
En un último intento desesperado de acudir a la junta con al menos el 3% del capital asegurado, el vicepresidente Guillermo Fernández ha promovido la firma de un pacto sindicado en el que solo han logrado acaparar ese porcentaje. Y gracias a la inclusión en el mismo de Teleprocesing Services, que aporta al sindicado el 1,5% del capital.
Retroceso bursátil y pérdidas
El intento de descabalgar del consejo a González y Mariñas se relaciona con la negativa evolución de Ezentis, con la acción retrocediendo más de un 50% en el último año y registrando unas pérdidas de 3 millones de euros al cierre del primer trimestre de 2016, cuando un año antes había ganado 76.000 euros. Lo hacía tras reducir las ventas un 15%.
Las tres ampliaciones de capital planteadas en las junta, para compensar créditos a diversos acreedores –entre ellos los brasileños Ademir Castilho y Roberto Takashi– tampoco son del agrado de un buen número de accionistas, que ven cómo sus títulos quedarán todavía más diluidos. Son casi 4,6 millones de nuevas acciones por un importe de 1,38 millones de euros.