Los cambios en la estructura de Foment se indigestan
El nuevo staff y la salida de varios directivos de la etapa Rosell se interpretan como un giro hacia CDC
La nueva etapa iniciada por la patronal catalana Foment del Treball está generando algún sarpullido entre el aparato interno de la organización. Los cambios puestos en marcha por el presidente, Joaquim Gay de Montellà, han sido vistos por una parte de la estructura interna como una ruptura con el pasado y un giro pragmático hacia postulados más próximos a CDC que hacia los tradicionales aliados políticos de la organización: UDC y PP.
Así, la salida de Joaquín Trigo hacia Madrid, donde dirige el Instituto de Estudios Económicos, fue la primera acción decidida por Gay de Montellà. Trigo había coincidido con el nuevo presidente en el banco ABN Amro. De aquella etapa no cuajó una gran relación, según explican fuentes conocedoras de los vínculos.
Pero tras la incorporación de Trigo al equipo de Juan Rosell en la CEOE, también se ha producido una baja que se interpreta en la misma clave, la del gerente de la organización Albert Gendrau que en septiembre también abandonó la organización. Fuentes oficiales de Foment aseguran que Gendrau ha justificado su cese por incorporarse a un nuevo proyecto institucional, pero que el propio interesado justificó de manera enigmática.
Gay de Montellà ha dividido la organización en tres áreas: técnica (Alba Cabañas), Formación (Maria Dolors Giner) y Servicios (Maribel Aguirre). Por encima de estas tres direcciones se sitúa el secretario general, Joan Pujol, de larga tradición en la patronal catalana. Mercedes y Antonio Pizarro han quedado fuera del staff directivo, aunque tuvieron un papel más activo durante el mandato de Rosell.