Los Benjumea pedirán prestado para suscribir la ampliación de Abengoa
Merril Lynch asegura que Inversión Corporativa ya suscribió en 2013 un préstamo a cinco años para mantener el control de la energética sevillana
«Hay una visibilidad muy limitada en la posición de liquidez de la entidad familiar Inversión Corporativa, que ha acordado participar en el aumento de capital de Abengoa», asegura un informe de Merril Lynch. El documento circula desde el jueves por la city londinense y asegura que la familia Benjumea, principal accionista del grupo sevillano a través de la misma patrimonial, ya recurrió a un préstamo en 2013 para mantener el control de la firma energética.
El corredor estadounidense de bolsa explica a sus clientes que Inversión Corporativa firmó un crédito sindicado por 65 millones de euros el 14 de octubre de 2013. Con el importe captado, financió su desembolso adicional de 63 millones. El préstamo a cinco años se garantizó con acciones de Abengoa equivalentes al doble de su valor, comprometiendo un total de diez millones de acciones de clase A y más de 56 millones de títulos de clase B.
Deuda como recurso habitual
No es ninguna novedad que los empresarios españoles recurran a la deuda para comprar o ampliar la participación en sus compañías. Los Benjumea han seguido los pasos, por ejemplo, de Florentino Pérez cuando asaltó Iberdrola; o de Juan Miguel Villar Mir, que recurre a los bancos para resolverlo todo. Esta práctica es habitual del mundo español de la construcción y la energía.
El caso más radical lo protagonizó Esther Koplowitz, que incluso ha perdido la empresa (FCC) tras hacerse ingobernable una ristra de créditos con un principal de 1.000 millones. El magnate Carlos Slim asumió el peso a cambio de tomar el control del grupo de servicios y concesiones. Posteriormente, desarrolló una escabechina de ejecutivos que contempla la salida del consejero delegado, Juan Béjar. En el extremo opuesto se sitúa Amancio Ortega, que paga sus inversiones con recursos propios.
Benjumea, ¿cómo Koplowitz?
Negro sobre blanco, el caso de FCC es el más similar al de Abengoa, salvando las magnitudes. Su mayor accionista espera pagar con recursos que no tiene, según barruntan en la agencia estadounidense, la participación en la empresa. Los Benjumea se han comprometido a acudir a la ampliación de capital de 650 millones de euros que el grupo de ingeniería y renovables anunció por sorpresa a principios de semana.
Aún no han especificado si mantendrán o ampliarán su participación del 57,53%. Mientras, tras finalizar la semana con la pérdida de casi la mitad de su capitalización bursátil, Abengoa ha recibido este viernes un aviso de la agencia de calificación Moody’s. Piensa rebajarle el rating.