Los beneficios de Cementos Molins caen el 65%
La actividad en España lastra los resultados de la compañía, que aguanta gracias al negocio internacional
Cementos Molins ha cerrado el tercer trimestre con unos beneficios netos consolidados de 10,8 millones de euros, el 65,5% menos que el mismo periodo del ejercicio anterior. El negocio en España lastra los resultados. La empresa ha perdido 32,5 millones de euros en el mercado nacional y las perspectivas de recuperación son poco halagüeñas en el sector. No se espera una mejora de la construcción ni a corto ni a medio plazo.
El grupo presidido por Joaquim Molins compensa este descenso gracias a los proyectos que ha emprendido en el extranjero. El mercado internacional aporta unos beneficios de 43,3 millones de euros en las cuentas de la compañía. El resultado global del negocio exterior es beneficioso para Cementos Molins, aunque los ingresos de estas sociedades han bajado en el tercer trimestre. Concretamente, el 9,6%.
Cifra de ventas
La empresa indica que factura menos en el exterior porque la filial mexicana aporta menos líquido a la empresa. Otro de los hitos contables es la consolidación por el método de puesta en equivalencia de las cuentas de Cementos Artigas (Uruguay). Llega a los 9,9 millones de euros en positivo.
En España, la facturación ha caído otro 10,5% en los nueve primeros meses del año. La cifra de ventas de todo el grupo cementero llega a los 621 millones de euros, el 9,7% menos que el mismo periodo de 2012.
Ebitda y apalancamiento
Los resultados antes de impuestos (Ebitda) en el tercer trimestre alcanzan los 120 millones de euros, el 24,2% menos que en 2012. La empresa mejora las pérdidas del mercado nacional el 17,9% y ha cerrado septiembre con unos números rojos de 10,3 millones de euros. En el mercado internacional, el Ebitda ha retrocedido el 23,8%. Llega a los 130,7 millones de euros.
Cementos Molins ha reducido en 26 millones de euros el endeudamiento del grupo hasta septiembre. Ahora, es de 289 millones.
Nueva planta de cemento en Barcelona
En paralelo a la presentación de resultados, la cementera catalana ha completado este viernes una de las operaciones que más ilusionaba a su presidente, tal y como reconoció en la última junta de accionistas. Molins ha completado la adquisición de la planta de fabricación de cemento que la mexicana Cemex tenía en Sant Feliu del Llobregat (Barcelona). Ha recibido la autorización de la Comisión Nacional de la Competencia para quedarse con el centro de trabajo.
La compañía ha pagado 40 millones de euros por este activo. El presidente del grupo señaló que es un precio relativamente bajo por el valor que la factoría puede tener una vez pasado el período de depresión de la construcción en España. Además, afirmó que en el escenario actual blinda su negocio. A menos competencia, mejores resultados.