Los auditores ven “dudas significativas” de que Globalia sobreviva a 2022 aunque venda Air Europa

Globalia ha hecho públicas las cuentas correspondientes a 2020, el año del estallido de pandemia y un año sin precedentes en pérdidas para el sector turístico. Durante ese ejercicio, el holding empresarial español propiedad de la familia Hidalgo y dueña de firmas como la aerolínea Air Europa, la hotelera BeLive o la agencia Halcón Viajes, perdió 520,2 millones de euros frente a unos beneficios de 25,7 millones de euros en 2019 

Pero además, el fondo de maniobra fue negativo (-421,1 millones) y el patrimonio neto también (-266,2 millones), lo que significa que la firma no puede hacer frente a los pagos a corto plazo, con proveedores o acreedores, y ante esta situación muchas empresas optan por declararse insolventes. 

Globalia no lo ha hecho, pero el auditor de sus cuentas, KPMG, advierte que tras evaluar su balance cree que existe incertidumbre material que puede generar «dudas significativas sobre la capacidad del grupo para continuar como empresa en funcionamiento».

Pese a que las cuentas corresponden a 2020, KPMG no las firma hasta septiembre de 2021, y en auditoria, cuando se hace este tipo de evaluación se mide el riesgo que existe a doce meses vista, lo que quiere decir que la firma no confía en que Globalia pueda sobrevivir a este 2022. 

Principalmente por el descenso “significativo” que se refleja en la cifra de negocios debido a la disminución de su actividad desde marzo de 2020 y hasta la fecha actual, con motivo de la crisis sanitaria. 

Asimismo, pone de relieve que el alto grado de exposición que tiene al sector turístico hace que el cumplimiento de las previsiones de tesorería aprobadas por los administradores, dependan en gran medida de la evolución de la crisis sanitaria motivada por el Covid-19, y esta, como se viene observando en los últimos dos años, es bastante volátil e impredecible. 

Los auditores consultados por Economía Digital explican que la venta de Air Europa tampoco solventaría la situación y esto lo ha tenido en cuenta KPMG. En 2019, Iberia anunció que la compraría por 1.000 millones, en 2020, redujo el precio a la mitad, hasta 500 millones y en 2021, directamente se canceló la compra.  

Las partes se emplazaron tomar una decisión en enero de este 2022, pero este mes ha pasado y tampoco ha habido acuerdo. Fuentes cercanas a la compañía indican que necesitan más tiempo y además, ahora ya no solo depende de Globalia e IAG, las matrices de las dos aerolíneas. 

Ahora hay más partes implicadas, entre ellas el Gobierno que entre el rescate de 475 millones concedido a través del fondo de solvencia de la Sepi y el crédito de 141 millones de euros avalado por el Instituto de Crédito Oficial (ICO), se juega más de 600 millones.  

De momento, lo único que tiene en firme Air Europa son los 75 millones que ha recibido por parte de Iberia. En concreto, 40 millones por romper el acuerdo, algo que ya quedó acordado previamente, más otros 35 millones de compensación. Pero esto no sirve para hacer frente a las pérdidas de la aerolínea, que en 2020 alcanzaron los 427,7 millones de euros. Y tampoco servirían para revitalizar las cuentas de Globalia.

Los consultores recuerdan que cuando en una auditoría se manifiesta que hay dudas de que la empresa pueda ‘seguir viva’ los próximos doce meses es porque cuestionas la capacidad de todo el grupo y solo se usa cuando realmente has analizado las probabilidades que tiene de hacer negocio a futuro, incluido en este caso la venta de Air Europa.  

Asimismo, recuerdan que Iberia ni si quiera se comprometió a volver a intentar una compra, sino a estudiar otras estructuras que puedan resultar interesantes para ambas compañías. Y en este sentido se pronunció esta misma semana la vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, al señalar que se siguen analizando “distintas opciones” para garantizar el futuro de Air Europa y reconociendo que ha mantenido conversaciones “a distintos niveles” con Globalia e IAG. 

Hay que recordar que Air Europa reveló en sus últimas cuentas de resultados que el rescate no había sido suficiente, e incluso preveía recibir un importe adicional con el que solventar sus necesidades de liquidez futuras.