Los acreedores de Celsa exigen a los dueƱos renunciar al 100% del exceso de valor

Los fondos acreedores piden la reparticiĆ³n de los valores en exceso de la SEPI y la deuda mientras que los propietarios de Celsa, la familia Rubiralta, quieren quedarse con el 100%

Una imagen de la planta de Celsa en Castellbisbal (Barcelona).

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Los acreedores de Celsa estĆ”n dispuestos a seguir negociando para desbloquear la ayuda financiera de la SEPI, pero advierten de que no habrĆ” acuerdo si la familia Rubiralta, a la que acusa de haber hecho una Ā«desastrosa gestiĆ³nĀ», pretende retener el 100% del valor por encima de la deuda reestructurada.

Los dueƱos de Celsa negocian a contrarreloj con los fondos acreedores para tratar de llegar a un acuerdo antes del 30 de junio que permita inyectar 550 millones de ayuda financiera ofrecida por la SEPI para garantizar la viabilidad de la siderĆŗrgica.

En un comunicado, estos acreedores, que controlan deuda de la compaƱƭa por unos 2.200 millones, aseguran que su objetivo es buscar un acuerdo Ā«justoĀ» que reduzca la deuda de Celsa y le sitĆŗe en una posiciĆ³n financiera firme Ā«para que pueda prosperar y crecer en los prĆ³ximos aƱosĀ».

Subrayan su compromiso con la viabilidad del grupo, lo que incluye la continuidad del centro de decisiĆ³n y de su Ć³rgano de gestiĆ³n en EspaƱa y el mantenimiento del empleo.

Los fondos, entre los que figuran entidades como Deutsche Bank, Goldman Sachs, SVP y Cross Ocean, niegan Ā«categĆ³ricamenteĀ» haber presentado una propuesta para Ā«apropiarse de las ayudas pĆŗblicasĀ» y aseguran que su prioridad es lograr un acuerdo que permita a Celsa recibir las ayudas de la SEPI.

Critican la gestiĆ³n de los Rubiralta

De hecho, afirman, aceptan todas las condiciones establecidas por la SEPI y el Ćŗnico punto de desacuerdo es Ā«en cuĆ”nto se beneficia la familia Rubiralta de este acuerdo a costa de los acreedoresĀ».

Ā«La empresa propone que, despuĆ©s de que los prestamistas condonen 1.200 millones de euros de deuda (que se utilizaron para ayudar a crear y hacer crecer el negocio), la familia Rubiralta mantenga el 100 % del control de la empresa y capte el 100 % del valor por encima de la deuda reestructuradaĀ», explican en la nota.

Los acreedores dicen que estĆ”n dispuestos a acceder a la peticiĆ³n de los Rubiralta de retener el 100 % del control de la empresa, pero no aceptan que sigan poseyendo el 100% de todo el valor una vez que la financiaciĆ³n de la SEPI y la deuda reestructurada sean reembolsadas.

Sostienen que la propuesta de la empresa es Ā«injusta, desproporcionada y totalmente incoherente con todos los principios establecidos de las finanzas corporativasĀ», puesto que pide a los acreedores que renuncien a 1.200 millones de euros que les debe Celsa, mientras que Ā«la familia Rubiralta solo tiene previsto aportar 50 millones a la empresaĀ».

Ā«La propuesta de Celsa vulnera directamente el principio de prioridad absoluta, que exige que ningĆŗn valor vaya a los accionistas hasta que los acreedores sean satisfechos en su totalidadĀ», seƱalan los fondos, que defienden que su peticiĆ³n es Ā«coherenteĀ» con la exigencia de la SEPI de poder convertir parte de su financiaciĆ³n en capital al valor de mercado vigente en ese momento si la empresa no pudiera pagar sus deudas.

Los fondos proponen que si hubiera algĆŗn valor en exceso de la SEPI y la deuda reestructurada este se asignara en un 51% a los accionistas actuales y en un 49% a los acreedores, mientras que la familia Rubiralta, sostienen, quiere que este exceso de valor quedara Ć­ntegramente bajo su control.

Los acreedores se muestran muy crĆ­ticos con la gestiĆ³n de la familia Rubiralta, basada en un Ā«endeudamiento excesivo e insostenibleĀ» durante mĆ”s de una dĆ©cada, lo que ha obligado a la compaƱƭa a realizar tres reestructuraciones del negocio en EspaƱa, una en Reino Unido y dos mĆ”s en Polonia.

Ā«Todas han daƱado la credibilidad internacional de la empresaĀ», lamentan los acreedores, que reprochan ademĆ”s a los Rubiralta que en todo este tiempo no hayan hecho ninguna aportaciĆ³n de capital.

Los acreedores internacionales de Celsa aseguran ser instituciones Ā«preeminentes, bien reguladas y capitalizadasĀ» y recuerdan que adquirieron la deuda del grupo Ā«con un descuento proporcional al altĆ­simo nivel de riesgo de impago que conllevabaĀ», tanto por las reestructuraciones realizadas hasta el momento como por Ā«la desastrosa gestiĆ³n financieraĀ» de los dueƱos.

Denuncian ademĆ”s que desde finales de 2019 la empresa Ā«ha tratado de evitar el cumplimiento de cualquiera de sus compromisosĀ» con los acreedores a pesar de haber alcanzado niveles rĆ©cord de rentabilidad.

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