Los accionistas castigan a la banca en las juntas por los salarios de la cúpula
El consejo de administración del Sabadell y Santander, que son los mejor retribuidos del Ibex 35, han sido los que más votos en contra han recibido
Los accionistas de Sabadell, Santander, BBVA y Caixabank se han mostrado muy críticos con los salarios de presidentes y consejeros en las juntas. De hecho, la política de remuneraciones presentada por estas entidades ha sido el único punto del orden del día que ha obtenido votos en contra del 10% o más. Mientras que el resto, han salido adelante con casi el 100% de apoyo.
La mayor confrontación la ha encontrado el consejo de Banc Sabadell. El informe de remuneraciones de los consejeros de 2021 obtuvo un 38,40% de votos en contra, una cifra superior al 36,6% del año anterior. Los asesores de voto, también conocidos como ‘proxy advisor’ recomendaron no votar a favor. Uno de los más conocidos, Glass Lewis, aseguró que los pagos al consejero delegado actual, al anterior y al presidente eran “excesivos”.
Jaime Guardiola renunció a su cargo como CEO en marzo de 2021 y César González-Bueno asumió sus funciones, pero su salario fijo se pactó en 2 millones de euros, lo que supone un 48% más de lo que cobraba el otro. Entre el fijo y el variable, González-Bueno percibió finalmente el año pasado 2,15 millones.
Por su parte, el presidente, José Oliu, cesó de sus funciones ejecutivas en la junta de accionistas de 2021 y en adelante ha mantenido la presidencia sin funciones ejecutivas. La retribución del presidente quedó fijada en 1,5 millones de euros, pero en el conjunto del año pasado recibió 1,78 millones porque durante tres meses si mantuvo estas funciones.
La firma considera que González-Bueno recibe un salario base “significativamente más alto que el de sus pares”. Y advierte que Jaime Guardiola ya estaba superando la remuneración que perciben otros consejeros delegados del mercado en los últimos años. Asimismo, consideran que hubo un “pago excesivo” por terminación de contrato.
El ‘proxy’ español Corporance tampoco recomendó a los accionistas votar a favor de estas remuneraciones. De hecho, destaca que la cantidad recibida por el anterior consejero delegado al dejar su cargo, 23,8 millones de euros, supone un 118% más de su salario base, que de media es de 1,5 millones.
El consejo de administración del banco catalán y también del Santander son los mejor retribuidos del Ibex 35, el año pasado superaron los 20 millones de euros. Por este motivo, el consejo del banco cántabro también se ha encontrado un 12% de votaciones en contra de las remuneraciones que perciben.
La presidenta, Ana Botín, es la mejor pagada de la banca española. El año pasado cobró más de 12 millones de euros y el consejero delegado del grupo, José Antonio Álvarez, superó los 9 millones de euros. Los inversores, por tanto, se mostraron muy críticos con el salario de la ejecutiva durante la junta de accionistas, aunque reprocharon los de toda la cúpula en general.
Sin embargo, Botín explicó que Santander es un banco internacional, con presencia en diez mercados, y como empresa cotizada, las remuneraciones del CEO y presidenta “están alineadas con Europa y España”. Asimismo, otro de los puntos conflictivos de la junta fue la reducción en un 40% del tiempo que tienen los accionistas para hablar en las juntas, el año que viene bajará de cinco a tres minutos. Esta propuesta recibió un 9,65% de votos en contra.
En BBVA, la política de remuneraciones también salió adelante, pero contó con el rechazo del 11,11% de los accionistas. Este punto del orden del día también fue el que más abstenciones y votos en contra obtuvo el año anterior. Glass Lewis advirtió antes de la junta que la subida de salario fijo del presidente, Carlos Torres es “significativa” y en general, estas subidas no siempre van acompañadas de un alto rendimiento por parte de los ejecutivos.
Según recoge el informe anual de retribuciones de BBVA, Carlos Torres cobró 7,8 millones de euros por ejercer de presidente del grupo en 2021 frente a los 5,6 millones de 2019, su primer año al frente de la entidad. Es decir, su salario ha subido casi un 30% respecto a ese ejercicio. Hay que recordar que en 2020 todos los presidentes y consejeros de la banca se ajustaron el sueldo – renunciando al variable- como medida de prudencia por la pandemia.
De la cantidad percibida en 2021, 2,9 millones corresponden a la remuneración fija y 4,2 millones a la variable. Corporance se opuso al “altísimo” sueldo base que perciben tanto Carlos Torres como el consejero delegado, Onur Genç, ya que ambos se encuentran “significativamente” por encima de la media de 1,7 millones de euros que establecen los grandes referentes del mercado español.
En Caixabank, que celebró la junta de accionistas el viernes, el foco estaba puesto en qué haría su segundo mayor accionista: el Gobierno. Ya en 2021, recién cerrada la fusión con Bankia, votó en contra de los salarios de toda la cúpula. Era un momento complicado, el banco negociaba en ese momento el mayor ERE hasta la fecha del sistema financiero español y la vicepresidenta, Nadia Calviño, se había mostrado muy crítica con los salarios tan elevados que cobraban los banqueros mientras hacían un despido colectivo de ese tamaño.
Este ejercicio, el Gobierno, a traves del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob), que es quien posee el 16% de Caixabank, ha decidido abstenerse de la votación sobre los sueldos de la cúpula directiva en lugar de votar en contra. El ‘proxy’ Glas Lewys había advertido que el consejero delegado del banco, Gonzalo Gortázar, recibe un salario base “significativamente mayor que el de sus pares”.
Entre fijo y variable, obtuvo un salario 3,89 millones el año pasado y el presidente, José Ignacio Goirigolzarri, percibió una retribución de 1,69 millones de euros, tres veces más que cuando estaba en Bankia.