Línea Directa reorganiza el consejo de administración antes de salir a bolsa
La aseguradora reduce a siete el número de miembros y contará con un único consejero ejecutivo, Miguel Ángel Merino
La aseguradora de Bankinter, Línea Directa, ha reorganizado el consejo de administración de cara a su salida a bolsa a finales de este mes de abril, una vez obtenga el visto bueno de la Dirección General de Seguros y la CNMV.
Según explica la empresa en un comunicado este lunes, el nuevo consejo estará integrado por un total de siete miembros, frente a los nueve actuales, con lo que reforzarán la eficiencia del grupo asegurador.
El actual consejero delegado, Miguel Ángel Merino, mantendrá este cargo y será el único consejero ejecutivo. Además habrá dos consejeros dominicales y cuatro independientes.
Así se aprobó durante la última Junta General de Línea Directa, donde se designó como consejeros dominicales a Alfonso Botín-Sanz de Sautuola y Naveda, que será además presidente del consejo, y Fernando Masaveu.
También se nombró a cuatro consejeros independientes (Elena Otero-Novas, Rita Estévez, Ana María Plaza Arregui y John de Zulueta).
La aseguradora cumplirá con las recomendaciones del código de buen gobierno de las sociedades cotizadas publicado por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en dos ámbitos.
Por un lado, en relación con la diversidad, tanto a nivel de formación y experiencia como de género, pues las consejeras representarán un 43% sobre el total de miembros. Por otro lado, en términos de independencia, pues los vocales independientes son un 57% sobre el total de miembros.
Asimismo, todas las comisiones consultivas del consejo están presididas y compuestas mayoritariamente por consejeros independientes.
Bankinter y Línea Directa se separan
Bankinter cumplirá este año el objetivo anunciado por la consejera delegada, María Dolores Dancausa, en 2019: separar el negocio de seguros del puramente bancario.
Y así permitir a cada compañía desarrollar sus estrategias a futuro de forma independiente y que estas puedan operar en sus respectivos entornos regulatorios con una estructura de capital y una política de dividendos adecuada a sus necesidades.
Sin embargo, no se desligarán por completo, pues el banco será accionista de la aseguradora con un 17,4% de su capital. Mientras que a los actuales accionistas de Bankinter se les repartirá el 82,6% del capital social de la compañía.
Así quiere premiar la entidad a los accionistas por el esfuerzo realizado en 1994, y en 2009 durante la ampliación de capital de Bankinter para comprar a Royal Bank of Scotland el 50% que no controlaba de la aseguradora, por un importe de 426 millones de euros.
El BCE autoriza su debut
El pasado 23 de marzo, el Banco Central Europeo autorizaba a Bankinter a sacar a bolsa Línea Directa. En concreto, a distribuir en especie entre sus accionistas la totalidad de la prima de emisión (1.184 millones de euros) mediante la entrega de acciones de la aseguradora, como paso previo a ser una cotizada.
La operación, aprobada en la pasada junta general de accionistas y prevista inicialmente para el segundo semestre de 2020, tuvo que ser aplazada ante el cambio del escenario macroeconómico provocado por la pandemia del coronavirus.
El reparto de las acciones se realizará a razón de una acción de la aseguradora por cada acción de Bankinter, lo que supondrá repartir un número de títulos equivalente al número actual de acciones del banco: 898.866.154, correspondientes al 82,6% del capital.
Esto significa fijar el 100% de acciones de la aseguradora en 1.088.416.840. Dado que Línea Directa cuenta actualmente con 2,4 millones de acciones, será necesario realizar un split para ajustar esta cifra con la nueva cantidad de títulos.
El valor de referencia que tendrá Línea Directa en el momento previo a cotizar será de 1,318 euros por acción, que es el resultado de dividir la valoración del experto independiente (1.434 millones de euros) entre el número de acciones de la compañía.
A lo largo del mes de abril, y con carácter previo a su salida a Bolsa, Línea Directa pagará un dividendo a Bankinter de 120 millones de euros, superando su ratio de solvencia el 210%, por encima de sus comparables europeos.
La puesta a valor razonable de la participación generará para el banco una plusvalía de aproximadamente 1.000 millones de euros, que se retendrá íntegramente como recursos propios.
Se prevé que la operación mejorará la ratio de solvencia consolidada CET1 en aproximadamente 8 puntos básicos, según explica el banco.