LG busca oxígeno con su nuevo móvil estrella

LG quiere remontar en el negocio móvil. La compañía coreana ha presentado su teléfono estrella dos meses después de lo previsto tras ausentarse en la última edición del MWC.

La compañía ha decidido finalmente que sea Nueva York la ciudad que acoja LG G7 ThinQ, el nuevo buque insignia que competirá contra el Samsung Galaxy S9 y Galaxy S9+, el iPhone X y el Huawei P20 Pro.

Concentrará su apuesta en dos aspectos: la cámara y la pantalla. La lente será una de las más avanzadas del mercado, con 19 tipos de disparo y opciones específicas para que los usuarios mejoren sus instantáneas gracias a la inteligencia artificial.

Por lo que respecta a la pantalla (Super Bright), accesorio que fabrica la propia casa, también será pionera gracias al mejor brillo visto hasta el momento, igual que sucedió con las OLED de plástico, o las P-OLED en su LG V30.

La penitencia de los móviles LG

La firma no pasa precisamente por su mejor momento en el mercado móvil, después de que los últimos resultados trimestrales evidenciaran su debilidad en este segmento.

La compañía registró durante los tres primeros meses de este año buenos resultados en el segmento hogar –principalmente por la venta de televisiones–, pero pinchó con sus móviles de gama alta, el LG 6 y LG 5.

Esta división, LG Mobile Communications, registró ventas de 2,16 billones de wons (1.650 millones de euros), lo que supone una caída de un 28% con respecto al mismo periodo del año pasado.

En líneas generales, la compañía registró hasta marzo un buen resultado, con una subida del 3,2% de su facturación y otra a doble dígito de sus beneficios, que crecieron más de un 20%.