Lenovo servirá a más de 12.000 empresas europeas desde Barcelona
La tecnológica inaugura el centro de ventas a clientes comerciales más grande del mundo
Llegar a más de 12.700 clientes desde una oficina junto a la barcelonesa Avinguda Diagonal. Es el objetivo. El fabricante tecnológico Lenovo ha inaugurado este martes su centro de ventas a empresas más grande del mundo. Desde el inmueble se atacará a las compañías de España, Italia, Francia, Bélgica, Holanda y Luxemburgo con un escuadrón de sesenta comerciales en una superficie de más de 1.000 metros cuadrados.
«Hemos dejado las cuestiones políticas de lado a la hora de apostar por Barcelona«, reconoce Isla Ramos, directora de la región EMEA -Europa, Oriente Medio y África- de la compañía, a Economía Digital. «Hemos decidido dejar todo eso de lado y fijarnos en que se trata de una ciudad cosmopolita, con mucho talento, que invierte en la tecnología y con un gobierno que apoya a las empresas», destaca. No son sólo palabras: el contrato de alquiler es de tres años con posibilidad de prorrogarse. Son hechos.
Abre la puerta a crecer
La firma tiene un plan para aumentar hasta a ochenta el número de trabajadores e invadir alguna de las otras plantas, todavía vacías del singular edificio en el que se ubica. «Hay regiones de las que no se ocupa ningún otro centro, como Europa del Este y Oriente Próximo», señala la directiva. Barcelona podría pasar a ser también su casa y desde donde se vendieran los ordenadores, tablets y smartphones.
«Dependerá de si encontramos profesionales nativos de esos países», apunta. «Es vital que sean del mismo estado con el que trabajan; no sólo por el dominio del idioma sino también por el hecho de compartir una misma cultura», apostilla. De momento, tras el acto de presentación, ya ha entablado conversaciones informales con responsables públicos para encontrar personal nuevo.
El último acto de Felip Puig
La inauguración de la planta ha supuesto, además, el último acto oficial de Felip Puig, hasta el martes conseller d’Empresa de la Generalitat. En la comparecencia ha restado importancia a la incertidumbre política vivida en los últimos meses: «Recuerden que en Bélgica estuvieron hasta un año con el gobierno en funciones». Además, ha disparado con bala a aquellos «con discursos apocalípticos que alarman con que la inversión extranjera se irá de Cataluña».