Las VTC ofrecen a los chóferes de Barcelona trabajar en Madrid
Unauto Cataluña sondea a los tenedores de VTC para que los trabajadores en Cataluña no se vean afectados por el decreto anti-Uber
La patronal de las VTC en Cataluña busca una solución para los trabajadores del sector. Los más de 3.000 puestos de trabajo amenazados por el decreto anti-Uber del conseller Damià Calvet ha empujado a Unauto Cataluña a buscar otras medidas para proteger el empleo. Y, aunque hay muchas reservas al respecto, miran a la Comunidad de Madrid como bote salvavidas.
Fuentes conocedoras explican que en las últimas horas se han puesto en contacto desde Unauto con las empresas más representativas de las VTC y que están asociadas a la patronal en Cataluña. La hoja de ruta pasa por que Moove Cars, Vector Ronda y Grupo Auro, las tres sociedades que más autorizaciones VTC gestionan en la región — suman aproximadamente 1.200—, den la posibilidad a sus trabajadores de irse a Madrid.
La propuesta llega a las puertas de la presentación de distintos expedientes de regulación de empleo (ERE), que podrían afectar a cerca de 3.000 trabajadores. Si bien algunas de estas compañías habían anunciado estas medidas y advertido a la Generalitat, el secretario general de Trabajo, Xavier Ginesta, señaló este mismo lunes que todavía no se había registrado ningún ERE.
La Comunidad de Madrid, hasta el momento, es la única región que se ha posicionado a favor de una convivencia entre las VTC y el taxi, en contra de lo que ha hecho Cataluña y de lo que parece que harán la Comunidad Valenciana y el País Vasco. La capital, que concentra el 55% de autorizaciones que hay en España, es un punto territorial clave tanto para los coches con autorización VTC como para las plataformas de movilidad, Uber y Cabify.
Un plan con escollos
Pero la medida puede quedar en una simple promesa. Primero, porque la última palabra la tienen las empresas tenedoras de licencias, que todavía están estudiando cómo amortiguar económicamente el impacto que ha tenido el decreto catalán. Moove, Vector y Auro ahora mismo se debaten, entre otros aspectos, en qué hacer con su flota de vehículos en Cataluña, contratados mediante leasing o en propiedad.
El segundo motivo son los propios trabajadores. El perfil de empleado de las VTC es mayoritariamente la de un padre de familia o mayores de 50 años con una capacidad limitada de moverse geográficamente.
El tercer problema es la capacidad de asumir toda la demanda de trabajo. El elevado número de despedidos que podría acarrear el decreto de la Generalitat —todavía por convalidarse en el Parlament— y la escasa capacidad de recolocar a gente por las pocas licencias que quedan por explotar — en los juzgados solo quedarían por desbloquear un 10% de todas las que están operativas — deja una situación muy complicada para encontrar una solución que deje satisfechas a todas las partes.