Las viviendas de Arantxa Sánchez Vicario valían 17 millones en 2008
Una tasación inmobiliaria pone en duda las acusaciones de expolio familiar que saldrán en su último libro. Su patrimonio se diluyó por la alta inversión en el ladrillo español y por la estafa piramidal de Bernard Madoff
Arancha Sánchez Vicario mantenía intacto su patrimonio inmobiliario antes de casarse con su segundo marido y antes del estallido de la burbuja inmobiliaria. Una tasación inmobiliaria revela que la mejor deportista española de todos los tiempos contaba con casas y pisos valorados por 17 millones de euros, según ha podido saber Economía Digital.
La tenista ganó unos 16,9 millones de dólares brutos en premios (12,9 millones de euros al cambio actual), además de los contratos publicitarios y patrocinios que, según los expertos, supondrían la misma cantidad que la obtenida en premios directos. Fuentes familiares calculan que Arantxa ganó unos 30 millones de dólares brutos, una cifra 30% inferior a la que la tenista asegura haber obtenido.
Las propiedades inmobiliarias de Arantxa, todas casas y pisos de alto nivel, se encuentran ubicadas en España y Andorra, donde el valor de las propiedades se ha desplomado desde el 2008. “Es cierto que ha habido una depreciación en su patrimonio pero no atribuible a una mala gestión. Aquí no desaparece nada, sino que la situación general del mercado financiero e inmobiliario han hecho decrecer su patrimonio como tantos otros”, explica una fuente del entorno familiar de Arantxa.
Arantxa, que viaja frecuentemente a Florida (Estados Unidos), ha adquirido una propiedad en ese estado, según aseguran fuentes cercanas a la tenista. La compra desmentiría la delicada situación financiera que afronta la exdeportista de élite y que intenta explicar en su nuevo libro.
Inversiones con Madoff
Después de la crisis inmobiliaria que estalló de forma casi coordinada con su matrimonio con el empresario José Santacana, en septiembre del 2008, el patrimonio de la exdeportista comenzó a decaer. La exposición del total de sus inversiones inmobiliarias en España y Andorra, junto con inversiones en la estafa piramidal de Bernard Madoff, hicieron aguas en las cuentas de la tenista que rompió relaciones con su familia el año pasado.
La mala relación de Arantxa con su entorno más cercano coincide con su casamiento. Los padres nunca vieron con buenos ojos su enlace nupcial con Santacana, que en aquel momento acumulaba deudas con numerosos bancos y cajas y que era visto con reticencias por el círculo de la tenista.