Las vendedoras de ‘tupper sex’ logran condiciones a su medida
Un cambio legal en el registro de autónomos cambiará las condiciones para que los trabajadores no habituales coticen legalmente y eviten sanciones
Las vendedoras de productos tupper sex, Thermomix o Avon, que comercializan a domicilio de forma esporádica piden el fin de un sistema de Seguridad Social que las condena a pagar cuotas más elevadas que las de sus ingresos.
La reforma del Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA), que se encuentra en trámite parlamentario, contempla redefinir la condición de trabajador habitual para establecer cuándo un trabajador lo hace de forma permanente y cuándo se trata de un trabajador esporádico con ingresos escasos y espaciados.
La Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) ha propuesto a la subcomisión parlamentaria, que ha escuchado durante los últimos meses la opinión de expertos laboralistas, adecuar el régimen.
La asociación de autónomos ha propuesto que, independientemente de los ingresos o de la habitualidad del trabajo, todos los autónomos deben estar dados de alta en el RETA a efectos formales y registrales. Se pretende así un mayor control sobre las actividades de venta esporádica como la de robots de cocina Thermomix, con más de 8.000 trabajadoras por cuenta propia en España, o las vendedoras a domicilio de juguetes sexuales, una actividad conocida como reuniones tupper sex.
Pero no todos los trabajadores, de acuerdo con esta propuesta, estarán obligados a pagar las cotizaciones. Los autónomos cuyos ingresos no superen el 50% del salario mínimo interprofesional (SMI), es decir, unos 350 euros, no estarán obligados a cotizar.
Para la exoneración, deberán demostrar que no han realizado actividad de forma continuada durante dos meses en un período de 12 meses. Para demostrar el ingreso por debajo del 50% del SMI, los trabajadores deberán presentar el modelo 347 de los dos últimos ejercicios y el resumen anual del IVA.
Vendedora de ‘tupper sex’: 60 euros al mes
Los trabajadores autónomos que cumplan estos requisitos (sean vendedores de Thermomix, de cosméticos Avon, de reuniones tupper sex o de cualquier otra actividad por cuenta propia) pagarán una cuota mensual de 60 euros, similar a la tarifa de emprendedores.
Esta tarifa reducida aplicará durante dos años, pero podrá ser prorrogable si se demuestran que persisten las condiciones de no habitualidad, es decir, las condiciones de trabajo e ingresos esporádicos.
¿Quiénes son trabajadores habituales?
Pero la condición de trabajador inhabitual no podrá ser otorgada a los autónomos que dispongan de locales alquilados o despachos abiertos al público. Una sede física será considerada sinónimo de habitualidad y, por tanto, se tendrá la obligación de una cotización como cualquier otro autónomo.
La propuesta, que será estudiada en el parlamento, también contempla una tarifa aún más reducida para menores de 25 años que estén cursando estudios universitarios o de Formación Profesional.