Las ‘telecos’ segregan 28.000 torres en España en tres meses ante el apetito inversor
La creación de Totem por parte de Orange imita el modelo Vantage y el iniciado por Telefónica con Telxius
El movimiento se inició en Estados Unidos y más tarde caló en Europa. La segregación de las torres de telecomunicaciones para disfrute de compañías como Cellnex ha pasado de ser una opción más a una tesis asumida por todo el sector. La tendencia se ha acelerado en el escaso recorrido de 2021: Telefónica vendió directamente sus torres en Telxius, Vodafone las segregó en Vantage Towers y ahora Orange anuncia que hará lo propio en una nueva compañía, Totem.
En total, de acuerdo a los cálculos realizados con fuentes del mercado, los tres grandes operadores en España han dejado de tener bajo su poder 28.000 emplazamientos de infraestructuras móviles. El proceso se ha acelerado en estos dos primeros meses de años con grandes operaciones corporativas de las principales firmas del sector.
Las torres segregadas suponen el 70% del total de este tipo de activos disponibles en el mercado nacional, según los cálculos de la publicación especializada Tower Exchange. El porcentaje restante estaría en manos del operador independiente Cellnex, que no deja de crecer en Europa a base de adquirir estos activos.
La lógica de las compañías es bastante sencilla. Antiguamente las torres suponían un servicio diferencial en la prestación de cobertura en el consumidor, pero el negocio de la voz se ha convertido cada vez menos importante con el paso de los años.
Las compañías ahora captan clientes a base de servicios digitales, para los cuales necesitan acometer importantes inversiones (compra de derechos de televisión para una mejor oferta, por ejemplo). Y la falta de ingresos en el sector, cada vez más deflacionario por la hipercompetitividad que no desaparecerá hasta el baile de fusiones, invita a desprenderse de estos activos, para dejar de ser dueños y convertirse en inquilinos.
Orange, Vodafone y Telefónica, distintos modelos
La posibilidad de ahorro por parte de las compañías ha hecho que cada una busque distintas fórmulas pero con un denominador común: eliminar la mayor parte de los costes de mantenimiento de estas infraestructuras. La propia EY ha calculado en un informe de las grandes ventajas que conllevaría esta opción para su cuenta de resultados.
Telefónica fue pionera con la creación de Telxius. Optó por crear esta sociedad y abrir el capital a nuevos socios: Kohlberg Kravis Roberts & Co (conocido como KKR) y Pontegadea, el holding de Amancio Ortega. La compañía de telecomunicaciones, sin embargo, lo hizo con la condición de mantener el control (51% de las acciones).
Orange ha sido la última empresa en desvelar sus cartas
Pero este 2021 fue un paso más allá y optó por desprenderse de toda esta red: vendió las torres de Telxius (todavía mantiene la unidad de cable submarino) a American Tower, que llevaba tiempo con ganas de entrar con fuerza en Europa. Y lo hizo por la puerta grande: compró 30.722 emplazamientos de torres (aproximadamente un tercio en España) por 7.700 millones de euros, en una operación que alcanzó múltiplos récord.
Vodafone también creó su propia compañía, bautizada como Vantage, pero con una diferencia. Consciente también de la posibilidad de poner en valor estos activos, la idea de la firma británica es agrupar todas sus torres de Europa en esta nueva sociedad, para más tarde sacarla a bolsa. Es su previsión para este 2021, en el que espera estrenarse en el parqué de Fráncfort.
La última en unirse a la fiesta ha sido Orange. Creará la compañía Totem, que estará dirigida por un equipo diferente pero controlada desde la firma francesa. El objetivo es comenzar sus operaciones para finales de 2021 operando los 25.500 emplazamientos que tiene en sus dos grandes países de Europa (España y Francia).
No obstante, la compañía francesa abre la puerta a «la posibilidad de integrar otros activos”, según reconoció el jueves la compañía en la presentación a inversores de sus resultados a cierre de 2020.